miércoles, octubre 18, 2006

¡Aguas!

Aunque Jalisco no es ni el más habitado o grande, casi siempre ha ocupado los primeros lugares de las diferentes escalas. Si hacemos un comparativo general entre Jalisco, Estado de México, Nuevo León y D.F. hay algo en particular que esas entidades no tienen: agua.
Agua no solo para beber sino para crecer y hasta para recreación. Caso concreto, las playas, los ríos, lagos, lagunas, presas. Y es ahí donde todas las etiquetas políticas han fallado.
No se han concretado los programas de abastecimiento y tratamiento, las zonas turísticas de playa son inaccesibles para la mayoría y dependemos de las bondades de la naturaleza para medio llenar Chapala y anexas.
Es decir, no hay programas de avance y todos los intentos han caído en las crisis de la política barata.
Se ha insistido mucho –y cada vez es menos exagerado- que las próximas guerras no serán por tierras o petróleo, sino serán batallas por el llamado preciado líquido. Ese pronóstico podría ser acertado hasta en muchos años, pero ser la generación que no hizo algo al respecto es un honor que no vale la pena tener.
Los especialistas han alertado en el tema, pero las señales no alcanzan a tener la dimensión suficiente: Doscientos científicos de 50 países han determinado que la escasez de agua es uno de los dos problemas más acuciantes del nuevo milenio (el otro es el cambio climático). La única manera de lograr un desarrollo sostenible y de mitigar la pobreza será mediante una mejor gestión de los ríos y humedales, y de las tierras en las que desaguan y drenan, así como a través de una mayor inversión en ellos.
Y aunque los números dados a conocer sobre crecimiento turístico sean alentadores, la realidad es que Puerto Vallarta, Careyes, Manzanillo, Barra de Navidad, son para unos cuantos y la generación de empleos no han repercutido en un mayor crecimiento regional.
Los casos de Arcediano y Zapotillo, son dos puñales que siguen clavados y el saneamiento se ve muy lejano.
Claro que en el listado hay más temas: seguridad, transporte público, vialidad, desarrollo equilibrado, tecnología, educación, salud. Pero de nada sirve mucho de lo anterior si en 25 años es posible que la mitad de la población del mundo tenga dificultades para encontrar agua dulce en cantidades suficientes para consumo y para riego.
Si el próximo gobernador no genera un compromiso, un trabajo, una realización en los temas del agua, se habrá perdido el tiempo; y eso, ya no regresa.

1 comentario:

pato dijo...

Leo el post y le aseguro que siento cómo mi corazón se encoje de tristeza , me revienta el que la gente sea tan inculta e indiferente ante una situación urgente . Mi vecina lava la cochera con manguera 2 veces al día y si llueve sale y le dá otra pasada . Ojalá que a esas personas le quitaran el servicio . Un cordial saludo .