martes, octubre 10, 2006

Made in México

Mientras lee esto haga un recuento de las cosas que están a su alrededor: ni el refrigerador, el horno de microondas, la estufa, la televisión, el automóvil, la computadora., el teléfono, el celular, en fin, nada, nació de la inventiva de algún mexicano. Todo lo que usa es producto de la creación de alguien luego de un proceso de industrialización y distribución. Por ello nuestro país es reproductor o maquilador y esencialmente consumidor. La contraparte de la paradoja, es el listado de acuerdos comerciales que tiene México con bloques como el norteamericano, la Unión Europea y muchos más, para un total de casi 50 países.
Sin embargo después de tantos viajes, cumbres, negociaciones, es evidente la caída en la confianza para inversiones extranjeras según la consultoría AT Kearney, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), que señala que del total de la inversión mundial, recibimos menos del 2 por ciento. Y todavía para hacer más dramática la escena, los datos de 30 a 40 millones de mexicanos con hambre, dados a conocer con motivo del Día Mundial de la Alimentación conmemorado ayer sábado.
En concreto, los 12 mil y pico de millones de dólares de recursos externos por año, son menores a los cerca de 25 mil millones que tan sólo en remesas llegan al país de los trabajadores que legal o ilegalmente están en Estados Unidos. Visto así, nuestro mejor recurso es la mano de obra.
Internamente en Jalisco la situación es semejante. No hemos visto claro en cuanto a viajes y resultados. En el último año se han ido empresas, ha disminuido la maquila y no han evolucionado proyectos.
Pero eso sí, en ambulantaje, piratería, corrupción, el país no ha perdido su lugar dominante mientras que los presupuestos para alentar la educación, ciencia y tecnología, cada vez son menos. Para el futuro se habla del decelerador de antiprotones para crear antimateria, Internet vía láser, fusión y fisión nuclear, viajes a Marte, física atómica, alta definición y demás monerías que pronto formarán parte de la vida cotidiana a nuestro alrededor. De ese listado, nuevamente, la participación mexicana es poca.
Con la misma celeridad con que el Congreso pasó modificaciones al artículo 122, así nos gustaría sentir que se aprobaran reformas estructurales que permitan mayor inversión y estímulos de crecimiento y productividad.
El titular de un diario es contundente: inseguridad, inestabilidad, falta de incentivos gubernamentales y deficiente infraestructura, inhiben la inversión. Las palabras de un ministro de la embajada de Japón reflejan lo que en Londres precisó el escritor Carlos Fuentes que calificó a los partidos como anacrónicos, al sistema en parálisis y a las instituciones sin cambios.
Para que la frase Made in México circule en el mundo hay muchos retos. Desperdiciar energía en persecuciones no es la solución.

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