Se Vende País

Además del lodo que echan a los demás y de las porras a sí mismos, los políticos enfrentan el mundo abstracto que pretenden gobernar. Suena fácil y hasta irresponsable que hablen de empleo, seguridad, salud como si fuera tan sencillo cambiar años de costumbres y privilegios.
Los órdenes de gobierno van más allá del carisma o estrategia. Me refiero, nuevamente, a esa parte de la realidad que tiene que ver con el mundo cotidiano que nosotros, los simples mortales, enfrentamos a diario.
Un viaje que se suspende porque una línea aérea decidió, sin explicación alguna, cancelar un vuelo. O el incomprensible caso reportado en Pulso informativo donde 43 pacientes de insuficiencia renal de la clínica 42 del IMSS en Puerto Vallarta llevan más de dos semanas sin tratamiento una refacción de la máquina de diálisis que mantiene viva a esa gente, no ha llegado.
A nivel público y privado la llamada atención al cliente deja que desear en general. Desde fuera pareciera que pedir por un servicio es sinónimo de pérdida de tiempo y dinero. De seguro ha sufrido ese desencanto.
En su gira a Austria, en el marco de la sede del incomprensible acuerdo comercial entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea, del que Guadalajara fue sede, Vicente Fox aseguró algo que prácticamente pasó inadvertido. Explicó, a riesgo de que se le criticara, que “…mi Gobierno es un Gobierno de negocios”.
Justificó su argumento con frases como “hay un gran mercado de consumo para ir a vender productos o para ir a invertir”... “lo que ofrecemos es mercado dentro de México y acceso sin costo a otros mercados”…”México ofrece un importante rédito sobre la inversión, se gana buen dinero (…) sin restricción alguna”...”hay grandes oportunidades de inversión en energía, en petróleo, en generación de energía eléctrica; en inversión en infraestructura, en carreteras, en puertos, en aeropuertos; en inversión en infraestructura social como la construcción de hospitales o la construcción de universidades con inversión privada”.
En ese discurso ante empresarios europeos enfatizó que “para nosotros como Gobierno es muy claro que quien genera empleos y quien genera crecimiento económico son ustedes, no el Gobierno”.
Si vemos así al país, como un negocio, entonces lo que falla es la atención al cliente que nos endilga la cotidianidad. Porque por más que nos vendan, la realidad es que más allá de las grandes cifras, hay una inmovilidad. Para esas palabras no es tan importante lo que se pueda producir sino lo que se pueda tener. Y pone la responsabilidad del empleo a aquellos que se arriesgan a invertir en ese negocio.
Visto así, con sus propias palabras, el Presidente echa por tierra aquellas campañas de sus correligionarios de partido, de la Presidencia y al gobierno de Jalisco. Tal vez ahora la próxima propaganda sea en un aviso de ocasión: “se vende país y barato”.