Cadena de Favores

Epicentro de Leonardo Schwebel

En el texto anterior a este se presagia la escalada electoral y con el destape de Francisco Ramírez Acuña se cumplió el pronóstico. Punto y aparte de gustos y sustos, este personaje aún manda en Jalisco y una posición de diputado federal apuntala lo que vivimos en este momento: ingobernabilidad por falta de acuerdos.
Pasan los días y el gobierno de Calderón no alcanza a afianzarse. Cuando no es la inseguridad, es el asunto petrolero, las campañas en Estados Unidos o la escalada internacional de precios. Lo que sea es buen pretexto para incumplir un mayor desarollo.
Un ejemplo de que todo sigue igual o peor es la tramitología para hacer un negocio o las altas tasas de interés en las tarjetas. O si vamos más a fondo, el combate a la piratería o la presecución del narcomenudeo.
El miércoles 19 de abril de 2006, así lo monitoreó el servicio que ofrece la Cámara de Diputados sobre las noticias nacionales: "En la ciudad de México, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón propuso ante autores y cantautores combatir la piratería de música y se pronunció por hacer respetar los derechos de autor".
Visto así volvemos a la circunstancia que prometer y cumplir se ha vuelto un ejercicio didáctico de la mentira.
No sólo es no hacer sino en el peor de los casos, mentir.
Ya estamos encaminados a esa andanada de discursos y volveremos a ser espectadores de un circo ensayado.
En realidad es algo como la novela de Catherine Ryan Hyde y que en el cine dirigió Mimi Leder, conocida como Cadena de Favores con el el ex niño prodigio Haley Joel Osment.
Lo que estamos viendo es simplemente la repartidera de cargos donde los mismos se reproducen como clones. Igual son capaces de gobernar Jalisco, que medio ser Secretarios de Gobernación y ahora regresar a ser diputados federales. La cosa es estar y seguir pasándole a los demás la factura. Una cadena de favores donde ya no sabe uno quién es quién. Un cuento de nunca acabar.