Epicentro de Leonardo Schwebel
El grado de inseguridad del país ha puesto entredicho la capacidad de sus gobernantes.
Sin liderazgo, ha regresado a las primeras planas internacionales el cuestionamiento de la victoria de Calderón en las urnas.
Otro asunto ya en la agenda es la falta de productividad y la baja en los indicadores.
México como país está peor que cuando lo dejó Vicente Fox y todavía con menos margen de maniobra que cuando salió Ernesto Zedillo. En ambos casos, ya es mucho decir.
Los dos pasaron por crisis económico-políticas que no repercutieron tanto en la inseguridad.
Ni las batallas zapatistas, los magnicidios, los errores de diciembre, enero, febrero, marzo…, las amenazas de desafuero, la poca FE que nos quedó del IFE, fueron suficientes para que se desbordara en el país una violencia que entra al terreno de lo cruel y despiadado.
Alguien lo decía mejor: somos un país desmadroso, pero vivimos en paz.
Era nuestro premio. Ni éramos tan severos, pasábamos la corrupción, pero nos divertimos más, teníamos libertad de acción y comparados con otros países latinoamericanos –sobre todo- , vivíamos en paz.
Esa seguridad ha cambiado el rumbo y la percepción.
Otro orgullo nacional era que nos incluíamos en cualquier fiesta internacional y se notaba el protagonismo para la hora de los eventos: hábiles, pudimos organizar encuentros mundiales a favor de la mujer, el medio ambiente, el comercio, la política tercermundista y hasta fuimos buenos en Mundiales, Juegos Olímpicos y cuanta cosa se nos ocurriera. Mucho de ese protagonismo se debía a la paz que pregonábamos.
Desde la época de Fox, y seguramente antes, se insistía globalmente en destinar más de 1% del PIB a desarrollo de la ciencia. No invertimos en ese recurso ni la mitad de ese punto porcentual mítico. Ya en ese rubro nos pasaron Brasil e India, por mencionar a dos que estaban peor que nosotros.
En contraste, para 2009 se busca 30 por ciento más en gastos de seguridad. Nos estamos convirtiendo poco a poco en un país más arbitrario con menos productividad y menos crecimiento.
Hacienda ya bajó su perspectiva ilusoria de crecimiento de
Para que un país como México sea protagonista de su propia historia, requiere de crecer mínimo 5 por ciento anual.
La inseguridad nos cuesta el 15% del PIB –en datos de CONCAMIN- con más desempleo y más inflación.
La fórmula económica ha fallado también. Ni Mano Dura ni Presidente del Empleo….por eso se renueva aquella incertidumbre, no tan vieja y casi olvidada.
EIU (Economist Intelligence Unit) apunta: “Calderón parece cada vez menos capaz de imponerse, resguardado tras sus lugartenientes de confianza. Hace dos años desafió el caos en el Congreso y las calles de la capital para asistir a su toma de posesión luego de una cuestionada victoria sobre Andrés Manuel López Obrador. Ahora, el futuro de la reforma energética que propone es incierto…”
Otra voz, la de Carlos Montemayor, en su artículo Narcoterrorismo en México, afianza lo que se ha señalado en este Blog: “Hoy se estrena como país vulnerable al narcoterrorismo. Una demostración palpable de que el gobierno mexicano está perdiendo el control del país”
También se refuerza lo que me dijo en entrevista Porfirio Muñoz Ledo para MEDIOS UDG NOTICIAS, Desde el Epicentro de
Desde siempre hemos vivido en crisis. La que se avecina, como loa granadazos y los decapitadazos, será sin precedente.
1 comentario:
Es cierto , veo con tristeza que el Sr Presidente cada vez se impone menos !
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