viernes, octubre 10, 2008

Gato encerrado

Epicentro de Leonardo Schwebel

Los mensajes a la nación consecutivos (miércoles 8 y jueves 9 de octubre) de Calderón, ni alientan, ni motivan, ni anuncian algo nuevo y para colmo, son tardíos. Está bien que anuncie la construcción de una refinería. Ya era hora, pero pudo hacerlo en los primeros meses de su mandato. Como viene abajo en este Blog, se preveía una crisis y pudieron tomarse medidas a tiempo. Lo ideal en estos casos es reforzar las medidas internas, generar empleo y reducir el gasto. Con un desempleo a la alza, hay más brotes de inseguridad. Con menos trabajo, hay crecimiento de informalidad. Con menos dinero para comprar, aumenta el contrabando y la piratería.
Ebrard propuso tres cosas fundamentales: seguir los programas sociales, mantener las obras y no aumentar impuestos. Esas tres medidas son proteccionistas.
Las medidas que da el Presidente lo único que hacen es continuar las obras etiquetadas y presupuestadas, darle continuidad a su reforma energética y poner a PEMEX como aval.
Tanto molieron con su mentada reforma, que ahora resulta que sí hay dinero para una refinería. Cuando estaba al aire en Medios UDG Noticias Desde el Epicentro de la Información, el vocero de PEMEX me insistió que una refinería haría que bajaran las importaciones de gasolina y generaría empleo. No es verdad. La importación de gasolinas se hace poque es más barata que la mexicana. La generación de empleos, es relativa. Si PEMEX, como nos han dicho, no es capaz de realizar estas obras, por qué ahora sí. Eso da pauta para suponer que esa refinería sacada de la manga tendrá inversión privada.
Hace tiempo en algunos de los medios que dirigía, también señalábamos que el peligro de que la banca esté en manos extranjeras y no sólo por asuntos nacionalistas, tal como reportó La gaceta en marzo de 2008 http://www.medios.udg.mx/gaceta/buscarnota2.php?var=g519&&id=13
El problema no es de las ventas en sí, la pérdida de soberanía y el error político, sino que a los bancos extranjerizados no les conviene porque pierden dinero y la cartera vencida crece.
El mexicano, se (nos) endeuda y no paga porque no tiene (tenemos) la cultura del ahorrro, porque no tiene (tenemos) excedentes para invertir y porque las leyes son laxas al deudor.
Hoy 10 de octubre los bancos se desploman y quien tiene un negocio sabe que en estos casos lo mejor es vender o dejar de invertir http://www.swissinfo.ch/spa/noticias/internacional/Las_bolsas_europeas_se_suman_a_las_perdidas_globales.html?siteSect=143&sid=9830056&cKey=1223624531000&ty=ti
Los bancos optarán por cerrar y se generará más confusión.
La regla en estos casos es: pagar lo que se debe y comprar menos.
México como país no tiene deuda extranjera que lo atemorice, como bien dijo Calderón, pero ha cambiado deuda por ventas. Hoy no sabemos si es mejor deberle a muchos mucho o no deber mucho pero tener el control de capital en manos internacionales.
El tener el control del capital le costó a Zedillo endeudarse con Clinton. Pero era nuestra deuda y nuestro dinero.
Hoy no es nuestra deuda pero tampoco es nuestro dinero.
Así que para que esos bancos no se vayan, les doy lo que tengo a la mano: PEMEX.
Es muy fácil. Quien quiera invertir en la refinería, pide un préstamo al banco y el banco con eso subsana pérdidas. No importa quién pida ese dinero. Puede ser el gobierno, manos privadas nacionales o extranjeras. En ese negocio, todos ganan.
Sí es verdad que las crisis hacen que muchos se muevan. Quedarse quieto es condenarse. Sólo enfatizo que Calderón está aplicando medidas que la oposición, principalmente el PRD y López Obrador, apuntaron en su momento.
Hay que invertir lo que tenemos adentro. Hay que mejorar PEMEX, hay que darle autonomía, frase que acuñó en su momento Cuauhtémoc Cárdenas.
Pareciera entonces que lo que el gobierno estaba esperando es que se soltara la crisis para hacer lo que debieron hace tiempo. Yo la verdad, veo gato encerrado ahí.
Por lo pronto ni los mensajes de Calderón ni el de Bush hoy, provocaron conformidad. La alerta está prendida http://www.eluniversal.com.mx/notas/545814.html

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