Víboras revolcadas

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Desde hace tiempo quien lleva las riendas de Jalisco se llama Jorge Salinas.
Se convirtió en su momento en el único que cuestionó acciones del gobernador Emilio González, y es el único que mueve los hilos del Congreso local.
Los 39 diputados restantes hacen lo que Salinas pide.
Sus fiestas cumpleañeras y posadas, lo hacen ser el Poder.
Lo tratan así, lo distinguen así y así le hablan.
Si el gobernador quiere algo, lo tiene que negociar con él, llevárselo de viaje y contentarlo.
Así salió por ejemplo el presupuestazo con todo y deudazo.
Los empresarios y quienes invierten, lo ven como si fuera con quien van a negociar el futuro.
En el caso de los aviadores, el beneficiado es Salinas, pero los castigados son otros.
Apuntamos aquí que detrás de esa telaraña había arañas que tejieron los hilos y ya desde el viernes hay tres menos en el gabinete de Guadalajara.
Habría entonces que preguntarle a Salina qué hacer con el paro en Salud.
Con toda la facilidad del mundo y en un caso verdaderamente muy interno, se deja sin servicio a seres humanos.
No se trata de un paro para dejar de fabricar llantas, sino de un paro para dar servicios de salud a los que lo necesitan.
No se si hay algo peor que eso.
Se respetan los asuntos sindicales y los problemas entre trabajadores.
Estamos frente a dos mil unidades de servicio.
Las razones son respetables y los razonamientos, pueden ser justificados, pero con toda la tranquilidad del mundo, se deja crecer un problema de esta magnitud.
Cualquier cosa que pase con alguien hoy en el paro, será responsabilidad de un gobierno estatal que ha sido incapaz de ejercer política. Y si un político no hace política, entonces no sé a qué va a dedicarse.
Como dicen los narradores del futbol cuando la cosa está que no funciona, lo que le urge al equipo es que se acabe el primer tiempo para reordenar la estrategia.
Aquí le urge a Emilio González que se le acabe el año.
Entre mentadas, placazos, limosnazos, viaductazos y demás azos, este ha sido un año peor que el arbitraje de la final.
No hay rumbo, no hay orden, hay enojo en la sociedad civil mentada, no hay confianza en el empresariado, no hay cohesión en los ayuntamientos, los proyectos no tienen forma y se pasa el tiempo sin avanzar y sin resultados concretos.
Para colmo, no hay por dónde salir y quien lleva las riendas, hace tiempo que está cabalgando solo.
Los problemas se solucionan y no hace falta esperar el primer tiempo.
Este ya próximo fin de año debe hacer entender al partido en el poder, que Jalisco es un eslabón que puede perder la presidencia de Calderón.
Ya sabemos que hay preocupación en el ejecutivo federal y en el propio CEN del PAN por todo lo que sucede.
El gobernador puede ser un rock star, lo que estaría bien si fuera parte del elenco de MTV. Habría entonces que preguntarle a Salinas si no sería bueno arreglar eso de Salud, cuya actuación y comunicación ha sido muy deficiente entre niños que se ahogan, dengue incontrolado, contaminación de aguas y demás linduras que nos dieron este año.
Los rumores o enunciados que marcan que el próximo será el último año de Emilio González preocupan en el fondo. Salinas puede ser un buen candidato, puede estar apoyado por la fuerza aérea tapatía, puede ser el remedo del poder que ya no tiene el ciudadano mentador Ramírez Acuña.
Lo que quiera y mande, pero adentro que las víboras se revuelquen.
Afuera, es imperdonable que dejen a tanta gente sin servicios de salud.