jueves, marzo 05, 2009

Calderón culpa a Estados Unidos

Se acercó a nosotros una mujer desesperada para denunciar lo que sucede con su hija de 20 años.

Resulta que la ha llevado a dos supuestos centros de rehabilitación contra las drogas (La Mano de Dios y El Sendero) y no sólo le han robado dinero –literalmente-, han maltratado a la joven, sino lo peor es que no la han ayudado.

La señora (cuyos datos tenemos aquí) señala que esos lugares no sirven y que en lugar de mejorar, dejan a la gente en otras condiciones, piden dinero de todo sin dar comprobantes y –como en este caso- dejan a la jovencita a la deriva.

La madre no sabe qué hacer y no cuenta con los recursos necesarios para poner a su hija en otro sitio.

Como esta niña de 20 años, miles más han caído en las drogas y los datos oficiales demuestran un incremento.

Pero para Calderón, la culpa la tiene Estados Unidos.

Señala en entrevistas a medios franceses que nuestro vecino, además de ser el consumidor número 1 a nivel mundial, es un surtidor ilegal de armas.

El dato es cierto, pero culpar a los demás de lo que uno no puede hacer, es ser irresponsable e incapaz.

Cuando Calderón prometió mano dura con manos limpias, cuando prometió empleo, no nos advirtió que dependíamos del de junto.

Así que nuestros males, la crisis y el crimen organizado, se debe a Estados Unidos.

Sólo que en estas afirmaciones (repito, certeras) hay dos problemas: que nosotros no vivimos en Estados Unidos, que nada evitará que sigamos siendo vecinos, y que el que prometió maravillas a los mexicanos fue Calderón, no fueron no Bush en su momento, ni Obama.

El aumento en el consumo de drogas, principalmente en los jóvenes, ya se advertía hace 10 años y nadie hizo algo por implementar políticas públicas adecuadas.

La respuesta de Estados Unidos fue cauta y si evadir la responsabilidad, pero más allá de la admisiones.

Ya en 2006 se insistía oficialmente de aumento en el consumo y de lugares de venta. En ese sentido, el combate contra las narcotienditas no ha sido efectivo.

Para jóvenes cuya madre denunció anomalías en centros de rehabilitación, la alternativa es complicada: ni quien atienda profesionalmente, ni quien sepa cómo solucionar el problema en casa.

Nueve mil ejecutados en el sexenio foxista y los casi nueve mil que lleva Calderón en 2 años, 3 meses, no son propiamente culpa de otros, como tampoco lo son los “En el sexenio pasado hubo una deserción de casi un ejército: de un total de 260 ó 280 mil elementos, salieron casi 130 mil elementos”.

Para que una persona conectada ya con drogas pueda tener mejores posibilidades de salir adelante, debe admitir su problema; echándole la culpa a su mamá, le va a costar más trabajo.

Calderón necesita ir a un centro de rehabilitación, pero antes admitir sus culpas; echarle la responsabilidad a Estados Unidos o a los anteriores gobiernos (incluyendo al de Fox) es evadir la realidad:

Las políticas públicas en escuelas no han sido efectivas para combatir el consumo.

Las acciones para evitar el crecimiento de narcomenudeo, tampoco han resultado.

La captura de capos ha sido significativa en número, pero no en la de los principales jefes del crimen organizado. El Chapo sigue prófugo desde hace 9 años.

Los centros de rehabilitación trabajan sin normas y no hay seguimiento a los casos.

No se ha investigado a fondo el narcotráfico en medios, gobiernos, empresarios.

El ejército ha demostrado ineficiencia en los lugares donde supuestamente debe controlar; caso específico, los 20 muertos en penal de Ciudad Juárez.

Los elementos policiacos (municipales, estatales y federales) están poco preparados, indefensos y propensos a la corrupción por los bajísimos sueldos.

No existe una estrategia para declararse medianamente triunfador de una guerrita que ya alcanza dimensiones extraordinarias.

El enojo de Calderón viene por el recorte al llamado Plan Mérida, donde ahí sí, nadie se atrevió a culpar a Estados Unidos de darnos millones de dólares.

Como en el caso de la joven de 20 años y como Calderón, los sistemas de rehabilitación no han sido efectivos.

Pero en el caso del Presidente, decir que son otros los culpables, es una muetra más de su incapacidad.

A la joven vamos a tratar de ayudarla (si alguien sabe de algún Centro que sea bueno, agradeceríamos el dato), a Calderón, le hace falta mucha estatura de estadista.

Si además culpa a Estados Unidos de la crisis y de su incapacidad para cumplir con dar empleo, entonces, así como vamos, lo mejor será votar ahora por el Presidente de Estados Unidos para que nos cumpla.

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