jueves, marzo 26, 2009

hay días…

Aquel viejo chiste de Hillary: va en una carretera oscura y apartada de la civilización acompañada de una amiga y a duras penas llegan a una gasolinera inmunda donde los atiene una persona y resulta que esa persona había sido novio de Hillary. La amiga le comenta: “ves, qué bueno que te casaste con Bill, sino serías la esposa de un vendedor de gasolina”. Hillary responde: “no, no sería la esposa de un dependiente de gasolina, sino que ese hombre sería el Presidente”.

Viene a cuento esto por lo que significa esta mujer. Se le puede decir mucho y hasta burlarse de ella, pero nadie puede dudar ni de su capacidad ni de su inteligencia. Lo que ella hace se llama política y lo mínimo que se pide a los políticos es que sepan hacer ese trabajo.

Como lo anticipamos en Epicentro Informativo, Hillary vino a calmar las aguas, a reconocer la labor de aquí y la que no se hace allá, puso palomita para que Peón Tello se encarga de la parte mexicana de una oficina binacional contra el narcotráfico, trajo dólares y puso en su verdadera estatura a Calderón. El principillo valiente que ahora calló sus acusaciones contra Estados Unidos.

Pero en el Epicentro Informativo, Yunquelandia y el México real, hay muchas diferencias.

A la misma hora en la misma ciudad, un francés muere y su acompañante queda herida, por unos jóvenes asaltantes en un autobús.

El mismo día, en la misma ciudad, la PGR oficializa lo que tanto hemos insistido: la guerra de Calderón contra el crimen organizado ha costado más de 10 mil muertos y la escalofriante cifra de 242 decapitados.

El mismo día, en la misma ciudad, el Instituto Nacional de Migración estudia expulsar del país a Manu Chao por sus declaraciones hechas un día antes en Guadalajara. Los extranjeros no pueden criticar al país, salvo que se llamen Hillary Clinton, debería de ser la próxima iniciativa.

Este día, en nuestra ciudad, Guadalajara, los diputados locales de Jalisco se aprestan a darle un golpe de Estado al ITEI, de formalizar el radicalismo autoritario de no permitirle a las mujeres jaliscienses a elegir y de concretar el negocio millonario del Macrobús para unos cuantos.

Ese mismo día, en ambas ciudades, cierres de tránsito por manifestaciones, obras, visitas, provocaron desquiciamiento al por mayor.

Aquí, cualquier día en cualquier ciudad, cada quien hace lo que se le pega la gana y lo hace por obra y gracia. La idea es: primero yo y luego, que les vaya bien.

Y cuando todo eso sucede, cuando está en juego mucho de nuestro futuro, la detención de La Tigresa y las preferencias sexuales de Elvis Crespo en un avión, acaparan la atención.

El México que han visto Sarcozy, Bruni, Hillary (y seguramente Obama) no se parece a lo que vivimos a diario.

Hay días en que lo mejor es no levantarse de la cama.

No hay comentarios.: