México a la francesa

El México que Calderón le enseña a Sarkozy es formidable.

Hotel en playa exclusiva y una visita ideal a Teotihuacán: sin vendedores ni turistas que estorben.

Claro que ese no es un estado fallido. Ese es un México tan padre, que ni los mexicanos lo conocemos.

Claro que existe el otro México. El de los escenarios de guerra, que los mexicanos en general tampoco conocen ni quieren saber de su existencia.

El México de la migración, pobreza marginal, burocracia lenta, corrupción, piratería, ejecutados, feminicidios, acuerdos políticos debajo de la mesa, de la injusticia…ese México no existe.

Sarkozy representa a nivel internacional el triunfo de la derecha conservadora pero liberal en economía. Una especie de gran ideal para el gobierno mexicano actual.

El PIB y el IDH (Índice de Desarrollo Humano) de ese país son superiores en todo con el nuestro.

Y claro que el interés es que Francia invierta más.

Por eso cuando nos visitan, sólo hay que enseñar lo bueno, lo bonito, lo que es digno de salir en Hola! Y no en las página rojas.

Y ese México violento, secuestrador, ingobernable, está representado por la francesa Florence Cassez. Si la sacan del país –como ocurrirá- habrá un desagravio contra la justicia mexicana y las víctimas que aseguran que fueron secuestradas y torturadas por esta mujer.

Ahí Calderón verá que mostrar el México de sus amores, no siempre da resultado. A veces hay que enseñar tantita realidad.