Que Guizar siga en el PRI es la mejor manera para tirar la toalla y dejarle paso al PAN.
En enredo es el siguiente y la mejor manera de hacerse bolas y con uno mismo.
Va este laberinto de la soledad.
Por primera vez en su historia, y tal por única vez, el PRD, a través de su representante en Tlajomulco, podría obtener una presidencia municipal en una zona conurbada que está más cerca de ser zona metropolitana. No voy a calificar ni su trabajo ni sus posibilidades, porque la verdad, a fin de cuentas, todos los polacos son lo mismo. Este presunto candidato podía darle a PRD un lugar en Jalisco, algo que ni siquiera hubieran imaginado. También, por ese destino partidista, otro candidato del PRD podía darle un lugar prominente en Guadalajara. El PRD con un regidor influyente en Guadalajara y un presidente municipal en Tlajomulco, suena a un lujo inmerecido. Tal vez por eso, ellos mismos, los del PRD, se han encargado de deshacer todo. Aquí no prevalece la ideología del PRD o sus afanes de izquierda social o moderada. No, aquí en Jalisco ni valen Jesús Ortega o Andrés Manuel López Obrador. Aquí en Jalisco el PRD es maniatado por un burgués capitalista, Raúl Padilla, quien además de dueño de la UdeG, es dueño del PRD. Designó a Raúl Vargas su presidente y títere, lo quitó y lo puso como candidato a diputado. Pero bueno, si el PRD tiene un dueño, pues que éste vele por los intereses de ese partido. No. La candidatura de alguien del PRD que podía aspirar a ser un regidor incómodo en Guadalajara y la complicación de la candidatura del único que podría ganar una presidencia municipal de la ZM de Guadalajara, se hizo para beneficiar al PAN.
Por añoranza, por calidad, por costumbre, porque más vale malo por conocido, por lo que usted quiera y mande, el PRI en Jalisco podía recuperar terreno perdido después de 2 y cacho gobiernos estatales con alguien del PAN. Los triunfos del PRI en otras entidades, le dieron a algunos caciques un suspiro de vida; otros que forman parte de las plataformas ancestrales de este partido, también recibieron una bocanada de aliento. Algunos de los medios, también se sintieron aliviados. Más que en cualquier otro año, el PRI en Jalisco podía recuperar terreno. Pronósticos nada fuera de control, le darían al PRI al menos un presidente municipal o en Guadalajara o Zapopan o Tlaquepaque o Tonalá, pero con serias aspiraciones de tener dos de cuatro. La elección reciclada de unos y el poco perfil de otros, le dieron al pronóstico menos posibilidades. También el PRI podía tener más diputados que el PAN en el Congreso local y con ello, fabricar un regreso a la gubernatura. Pero la elección de candidatos, los pactos con el partido en el poder, el recibir órdenes de un cardenal, todo eso y más, hacen que el PRI se la juegue…por el PAN.
Para que nos entendamos, es como si el dueño del Burger King le diga a sus clientes que compren en McDonld`s.
El PAN por su parte, se divierte solo. Son panistas los únicos que repelan por los desvaríos del gobernador mentador. Son panistas los que con trampas, ponen, analizan y aprueban leyes. Entre ellos se desbaratan y con su estilo antidemocrático y elitista, se la hacen de respetuosos y plurales. Y lo peor es que les sale.
El PRD juega a la escuelita tipo FEU, el PRI se pone de pechito y el PAN se frota las manos con los negocios en puerta.
Ya no es cuestión –como dice el IFE o el I sin FE- de pensarle, es cuestión de ser comparsa de un laberinto electoral donde los personajes son travestis de la democracia.
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