¿Y ahora qué sigue?

Por fin este miércoles se acabó el suplicio de las candidaturas.

Pero más malo que sufrir el bombardeo indiscriminado que organizó el IFE, es el hecho que no hubo algo para destacar.

Nos ensartaron con la limpia república verbal, como diría el gran Benedetti.

La lección a aprender es que esto está mal. No porque juguemos a la democracia, significa que tengamos que soportar lo que se dice una y otra vez sin tener una idea clara del cómo.

El país tiene 5 problemas en esencia: economía a la baja, inseguridad cotidiana, crimen organizado, políticas públicas sin uso, falta de alianza y unidad.

Calderón no ha podido con los retos y el México de la realidad está dividido en grupúsculos que entonan cantos desafinados del poder.

A estas alturas hay atrasos en la dignificación de los indígenas y las mujeres. La migración es un lastre que lesiona derechos humanos y vulnera la dignidad. Hay más consumo de drogas, alcohol y tabaco en los jóvenes y no han permeado los programas que eviten embarazos en adolescentes. Los indicadores de educación están a la baja y las grandes obras que generarían recursos, se han quedado a medias.

El tema medio ambiente, sobre todo el de la sustentabilidad está en veremos.

Si bien hay decomisos de droga, limpia de funcionarios corruptos y presencia militar en focos rojos, aún no se ha dado el gran golpe que afecte las cúpulas de poder del narco mayor.

En este periodo no se ha despuntado ni en deportes, ni en artes, ni en ciencia, salvo uno que otro esfuerzo individual.

Los accesos a la tecnología actual siguen en espera y como nunca, ha habido una represión económica a los medios que se traduce en una libertad de expresión acartonada.

Se ha minimizado el quinto poder, el de la sociedad civil, que como nunca ha levantado la voz, pero muchas veces sus reclamos se quedan huecos y sin respuesta inmediata.

La maraña de la burocracia, los sindicatos, las componendas y cacicazgos, prevalecen sin que nada las haga caso.

Lo de la pena de muerte, vende y es comprable; dar empleos suena a sueño guiajiro cuando vemos que no hay alza estadística; el dólar se estancó o el peso se atoró, pero hay que recordar que nos hemos devaluado 30 y tantos por ciento; la bolsa está con sus vaivenes y la captación de ganancias es para unos cuantos.

Marginalidad, discriminación y equidad social, siguen siendo factores.

Soplarse los millones de spots fue un concierto de vanidades, pero de aquellos por los que no se vota: Ni López Obrador, ni Jesús Ortega, ni la niñita del PRD, ni Mayté Perroni, ni Araiza, ni muchos más de los protagonistas de esta historia, son candidatos.

El PAN privilegio a Calderón, más que si estuviera en campaña. El PRI se defendió de sus ataques y aquel que aclara lo que no se sabe, pues como que no.

La chiquillada se aventó puntadas que suenan difícil concretarse en un país tan dispar.

Con los medios acotados y coartados por el IFE, con una sociedad credencializada y poco informada, lo que queda es que no pase nada.

Vendrán altas y subidas y prevalecerá esa partidocracia que tanto daño ha costado.

Ya es hora de hacer una agenda de prioridades. México no de unos cuantos.