Aunque llevo tiempo anticipando que no habría Juegos Panamericanos en Guadalajara, ahora más que nunca aumenta la posibilidad.
El principal problema se centra en que falta información y no se tiene certeza ni para qué nos van a servir, ni cuál es la ganancia y cuáles los beneficios futuros. Entiendo que es una justa deportiva donde algunos saldrán con dinero. Como sea, es un negocio.
Coincido que eso de endeudarse puede ser necesario y que sólo así podrá haber resultados. Pero lo que no queda claro es que un día ese monto es de mil millones y ahora de 500 millones. Mañana podría ser de 300 millones. Como sea, aún no se establece qué son esos mil o 500 millones. Qué se dejaría hacer y qué sí.
A este asunto le han faltado dos cosas para que se concrete: el aspecto negocio y el político.
Como sea, en este último campo de juego, hay algunos que saldrían beneficiados. Para el Continente es lo más próximo a Juegos Olímpicos y deportivamente es el escaparate de muchos. Ese mismo escaparate otros no lo quieren desaprovechar.
Sin candidatos visibles del PAN a la Presidencia, Emilio González, gobernador de Jalisco, que le encanta el cotorreo, no perdería la oportunidad de hacerse notar. Sin embargo irse de vacaciones y dejar solo contra el mundo a Alfonso Petersen, presidente municipal de Guadalajara, habla de las pugnas internas.
Para el mismo Petersen es una oportunidad de oro, ya que como encargado de la Organización, tiene ahí un trampolín directo para ser candidato a la gubernatura, mas que el grupo de Ramírez Acuña fracasó y el de Emilio González, anda disperso. Petersen comulga con los dos, aunque no es favorito de ninguno.
Pero como las sedes son a ciudades y no a entidades o países, el que sale ganando es el nuevo presidente municipal, Aristóteles Sandoval. Es el que más la lleva y el que menos pierde.
Si se hacen en Guadalajara los Juegos, él sería el anfitrión oficial y por lo tanto, el que más competencias tendría. Además, con la mesa casi puesta. Para él, desde luego, eso sería un salto libre para la gubernatura jalisciense.
El que en verdad decide es Mario Vázquez Raña. Aunque ya ha perdido protagonismo en el Comité Olímpico Internacional, la ODEPA, la que organiza los Juegos, siempre ha sido de él. Pero como ya también está en las últimas, tener Panamericanos en su país, sería broche de oro para su carrera. Los JP son su negocio y sus periódicos y medios tendrían auge. Pero fuera de eso, lo que le encanta a él es el dinero y aunque tiene de sobra, su mejor desempeño es ahí.
Vázquez Raña es del PRI y de ahí que todo huela a eso.
La estrategia entonces sería sacar de la juagada a Petersen, hacerlo ver mal, quitarlo del Comité Organizador y deshacer la cúpula deportiva de Jalisco, incluyendo a Carlos Andrade Garín, que con un evento exitoso, se iría directo a dirigir el deporte nacional.
Con Petersen y Andrade Garín fuera, y con el gobernador de Jalisco en la pachanga, entonces Vázquez Raña y la cúpula priista de la ZM de Guadalajara, serían los héroes, los salvadores.
Es decir, olvídese de la Villa, que si es aquí o allá. Olvídese de los beneficios al pueblo.
La verdad plena es que hay dos sopas: qué me deja dinero, qué me da poder. Y esas dos cosas les emociona a todos los mencionados y muchos más.
Como vemos en esta cancha, todos quieren colgarse las medallas y como en cualquier competencia, sólo uno se pondrá el oro.
La pregunta es quién. Cuando sepamos la respuesta, sabremos sí habrá o no Panamericanos en Guadalajara.
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