sábado, agosto 15, 2009

Justicia recluida

Constantemente hay broncas en cárceles: motines, extorsiones, escapes, riñas, corruptelas.

Se evidencia la necesidad de cambiar de directores, de revisar los funcionamientos. Total, que ahí hay un hueco en la guerra por combatir el crimen organizado.

Ahora el Epicentro del conflicto se registró en Durango. La riña y 19 muertos, 26 heridos y 3 fugados, no es un asunto menor.

Prisiones sobrepobladas, hacinamiento, falta de un programa de readaptación y un gasto que no se recupera. Los centros penitenciarios son un lugar ideal para cometer más delitos.

A manera de ejemplo, un caso que se reproduce en otros escenarios nacionales:

“Elementos del Ejército Mexicano realizaron un cateo en el interior del Cereso de Aquiles Serdán, (Chihuahua) en el cual lograron decomisar más de 50 mil pesos que se encontraban enterrados en el patio de un dormitorio, asimismo fueron incautados radios, TV, celulares, DVD, refrigeradores, entre otros artículos”.

Este simple dato de lo que cuesta en un municipio o una entidad el traslado de reos, puede ponernos los pelos de punta.

Si los niveles de impunidad rondan más allá de 90 por ciento, es decir de delitos donde no hay consecuencias, donde se te detiene a quien lo comete, súmele que los centros de retención no cuentan con lo necesario para que quien esté adentro sienta el rigor de la ley.

Y eso es de lugares supuestamente prioritarios a nivel federal, ya en el caso de centros municipales, en condiciones raquíticas, la cosa se pone peor.

Aquí otro caso:

“…su nombre es Luis Carlos Payan Vázquez, este interno fue un servidor público anteriormente, desempeñaba el cargo de Jefe de Seguridad, dentro de este CERESO; fue cuando estuvo de director el Lic. Cuauhtémoc Granados Díaz.
El motivo por el cual se encuentra preso es porque él era el que pasaba droga y vino como hasta el momento lo viene haciendo, este interno maneja el narcomenudeo dentro de este CERESO”. La historia completa es prácticamente la misa en otros escenarios.

Entre los discursos y la realidad hay otro vacío, cada vez más profundo.

Este pendiente de poner orden en las cárceles, llámeseles como sea, muestra que cuando se declara que vamos bien, que hemos avanzado, que el crimen organizado está asustado, la realidad es otra.

Corrupción, falta de preparación. No sé cómo se le puede explicar a Calderón que jugando a las guerritas así, no se llega a mucho.

Justicia recluida en cárceles de impunidad no es la mejor manera de ganar.

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