jueves, octubre 22, 2009

El clásico de clásicos

Dos apuntes: uno, le voy a América y nada y nadie me va a hacer desistir de ello (así que es bajo su riesgo que siga leyéndome); dos, probablemente cuando lea (si es que llegó al final) ya sepa el resultado de este clásico de clásicos que cumple oficialmente 50 años.

Pero hay otro Clásico de Clásicos que puede deberse al oportunismo o quizás a esas casualidades que en política no son accidentales.

La noche del 30 de septiembre de 2006, América y Chivas jugaron una semifinal –de cuyo resultado ni me acuerdo ni interesa-, pero viene a cuento porque entre la emoción y pasión, como que se nos olvido que a la mañana siguiente y por la puerta de atrás, es decir el 1 de diciembre de 2006, Felipe Calderón tomo posesión y protesta como Presidente, en un acto cuestionable y vergonzoso.

Ahora que el auténtico pa que te asustes fiscal entró en acción, donde nos cambiaron, vía Enrique Peña Nieto (de Salinas), el 2% contra la pobreza por el IVA a 16% para la pobreza de todos, viene mágicamente un clásico de clásicos, que entre apuestas y jugueteos, nos hace olvidar el horror que vivimos.

Dengue, influenza humana, desempleo y ensartada de impuestos, son suficientes razones para que un partido de futbol nos haga olvidar esas desgracias.

Pero da la casualidad que cuando México entero festejaba el pase al Mundial, sorpresivamente la PFP tomó las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, para generar un conflicto que continúa en corto circuito.

El futbol y la política han estado de la mano. Aquel 1994 fue soportable gracias a la Selección. Un buen Mundial ese año y un segundo lugar en la Copa América de 1993, lograron que el inicio del TLC, la guerrilla zapatista, los asesinatos de Colosio y Ruíz Massieu, el debate presidencial, las elecciones, el triunfo de Zedillo y el error de diciembre, no permearan tanto como podría suponerse.

Honduras mismo vive un momento histórico. Van al Mundial después de 28 años y eso suena mejor que andar del tingo al tango con dos Presidentes.

Así que mientras uno se preocupa por quiénes van a jugar, de que el árbitro no la riegue, por las posibilidades de ir a la liguilla y por supuesto, por el orgullo personal de ganarle al enemigo prójimo, los diputados y senadores se estarán encargando de darnos el golpe certero del 2010.

Más impuestos y menos empleos no son fórmula ideal. En el debate Presidencial del 25 de abril de 2006, Calderón prometió, entre otras cosas, bajar el ISR.

Su respuesta ahora es subirlo.

De ahí la necesidad y necedad de implementar en una mítica Reforma de Estado, la figura de revocación de mandato. Quien no cumpla lo que ofrece, que se vaya.

Diputados que este 2009 nos hablaron lindura y media de sus pretensiones, tuvieron que acomodarse a los designios de sus partidos. Ninguno nos dijo eso en sus campañas y algunos cayeron en sus trampas.

También deben ajustarse a cuentas quienes hacen de la vida política, su deporte.

Los indicadores nacionales e internacionales pronostican que estas medidas ni aplacarán la recesión ni ayudarán al crecimiento. Los cautivos y empresarios han sido autogoleados, mientras que los informales han ganado sin jugar.

Con un nuevo clásico a cuestas, la fiebre por el paquete económico del 2010 irá diluyéndose con la complicidad de medios que harán análisis, debates, repeticiones.

Y ese es el verdadero Clásico de Clásicos. Cuando en la política nos dan atole con el dedo y nos lo tragamos entero.

Espero que para esta nueva edición futbolera no haya sorpresitas. Al menos por esta ocasión dejen de moler.

No hay comentarios.: