viernes, enero 29, 2010

Los pendejos del mes

Así como hemos sido exigentes para pedir justicia, paz, derechos humanos, medio ambiente, ya va siendo hora que analicemos qué papel debemos jugar los medios y sus representantes.

Pensé que lo de Esteban Arce era la estupidez del año pero vaya sorpresa me llevo con un tal locutor que dijo algo contra los “negros” de Haití.

No lo veamos como diputado federal.

El PRD está tan a la deriva que ha usado personajes públicos para llevarlos a su tribu.

En Guadalajara, vía Convergencia, se trató de hacer lo mismo con Tavares, aunque la intentona fracasó y ni a regidor llegó.

Así que si se usa a un locutor famoso para que sea diputado es diferente a decir que es un político, lo cual tampoco es una gracia.

Por eso hay que ver esa declaración como la de alguien ligado a los medios.

Para colmo de males, y ahí también los medios somos culpables, se le ha dado tanto juego a ese personaje, que hasta héroe lo van a hacer.

Estamos en el momento en que cualquiera de los que estamos ante un micrófono, una computadora o una cámara, podemos decir tanta tontería se nos viene a la cabeza sin control

No hablo para nada de restringir la libertad de expresión y mucho menos tratar de regularla.

Hablo de la responsabilidad social.

Ya el decir cualquier cosa con tal de ganar la primicia o el patrocinio, prostituye esta profesión.

Mientras sigamos dependiendo de cuántos nos ven o leen o escuchan y no de la calidad, caemos en la perversión de provocar audiencia a costa de lo que sea.

Yo me inicié en el periodismo en una época donde un texto era revisado varias veces y aunque estaba en tele, se prohibía la falta de ortografía. Un error de esos, al menos, era humillación pública segura.

Una edición llevaba varias repasadas hasta que se le daba el visto bueno y en los noticieros, era causa de gritos y despedidas, el mínimo error.

El rigor del que está en los medios debe empezar por uno mismo y por más que se aclare o se pida disculpas, el daño está hecho.

Loret de Mola comete un error en darle voz y justificación a un pobre ser humano que tiene la suerte de tener un micrófono.

Nosotros como sociedad debemos exigir que los medios actúen con más severidad en cuanto a contenidos.

Dos pendejos (Arce y ese locutor diputado) en un mes es demasiado lujo para los medios.

Mención honorífica merecen Luis García, Villalvazo y el reportero que "mataron" a Cabañas a las 7 de la mañana del lunes que le dispararon.

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