lunes, febrero 08, 2010

Febrero loco

Que medio país se caiga por las lluvias no es producto de una fuerza sobrenatural sino de falta de políticas públicas en los recursos hídricos.

Muchos recordarán a Chalco como el municipio solidaridad de Salinas, donde se prometió desarrollo y medio y hoy está en medio de aguas negras.

Ya el año pasado, en 2009, pasó en otra zona, ésta más adinerada, en lo que se conoce como Valle Dorado.

Esas zonas del Estado de México no reciben mantenimiento, como otras en el país, y ahí están los resultados.

Culpemos al cambio climático, al efecto Nostradamus, a la naturaleza que nos pone de a Madre, pero en realidad el culpable es una política donde lo que se ve es lo que destaca y como los drenajes no se ven, pues no hay obras que valga la pena resaltar.

Estas imágenes de desastres también reflejan que ni Peña Nieto ni Marcelo tienen qué ofrecer para la presidencia y que sus zonas de influencia se les van de las manos como se van las posesiones de todos que tienen la mala suerte de estar cerca de un flujo acuático.

Si bien ha llovido más de lo normal, más que en otros febreros, recuerden que estamos en febrero loco y ese febrero loco se nos vino con todo y aguas negras.

Siguiendo con el mismo Salinas, en su campaña presidencial (1988) prometió una revolución, Revolución del Agua, que a más de veinte años ni se hizo ni se hará.

Ya que hay destapes y desagues, ser{ia bueno que alguien se diera cuenta que las obras humanas y no la fuerza de la naturaleza han inundado al país. Recuérdese Tabasco y Chiapas en 2007.

Ahogados en discursos, Michoacán, Estado de México, DF, Puebla, Querétaro, Jalisco y demás, sólo nos queda más promesas que van al caño.

Sólo recuerdo que la conseja popular dice febrero loco, marzo otro poco, así que esta historia de aguas negras…continuará.

No hay comentarios.: