lunes, abril 28, 2008

Lo que sigue

Epicentro de Leonardo Schwebel

La manifestación del sábado, cuyo reporte en algunos medios fue sólo por el tránsito vehicular que provocó, nos enseña que la socidad civil, ese quinto poder que hemos mencionado, ha madurado más que la propia clase política.
Lo más importante no es el número sino la actitud pacífica, sí de enojo, pero que culminó con una denuncia formal.
Sí, nuestra impresión es que hacer eso no sirve de nada. Ahí están las 5 mil y pico de quejas ante la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco y la medida cautelar promovida por doctores en derecho, cuya respuesta del gobernador ya conocemos.
Si procede o no la denuncia formal ante la procuraduría es una cosa. Lo que no es menor es que ahora la institución debe de reponder con todas las de la ley.
Que esas instancias oficiales no hagan su trabajo es precisamente el peligro de todo esto.
Los poquitos y los muchitos deben de tener respuesta porque el sustento de la democracia es la institucionalidad.
Lo que nos diferencia de la ley del oeste es que contamos con organismos que viven con un presupuesto de nuestros impuestos y cuyo sustento legal no es para proteger los intereses de unos cuantos.
Si en el discurso de la marcha hubo gritos subidos de tonos es porque el origen de eso fue en ese estilo.
A gritos y mentadas de ida y vuelta no se resuelve nada, pero sí a través de la respuesta oficial. Ahora el gobierno de Jalisco debe de responder sobre las quejas ante la CEDH Jalisco y la procuraduría debe hacer lo mismo.
La desgracia de todo este asunto no es recibir una mentada (que a fin de cuentas se regresa) sino que `pone en tela de juicio la institucionalidad de Jalisco y el pobre papel de los partidos, sobre todo de oposición, que no han sabido reaccionar.
Posiblemente no nos guste el cómo, pero al menos los gritos han provocado -ahora sí- un debate de la reforma energética y estamos esperando una respuesta de la entidad gubernamental jalisciense.
También sirve para poner en tela de juicio el papel de los medios. Hoy Roberto Castelán recordaba aquella película de Jodie Foster donde es violada y con una abogada logró demostrar que quienes alentaban esas violaciones on igualmente culpables. En ese caso quienes asistieron al evento del discurso mientamadres y se rieron, así como los medios que callaron, son cómplices de un deliti mayor....cobardía.

No hay comentarios.: