martes, mayo 06, 2008

Un escándalo mayor

Epicentro de Leonardo Schwebel

En una cena en su casa hace 3 años me dijo que tenía controlado el llamado mal de Parkinson y se lo noté el día del Informe del Rector Carlos Briseño, el pasado 17 de abril. Es evidente que Emilio González está enfermo. No quiero ya referirme tanto a sus expresiones y actitudes, sino a algo que debe ser de un análisis más serio y que reportamos aquí en un Epicentro y cuyo tema ha continuado en artículos de Pedro Mellado en Mural, José Sosa en Crónica y Proceso, entre otros.
También llama la atención la cobertura tardía, o al menos atrasada, de algunos medios, como Televisa que ya le dedicó espacio entre sus comentaristas de Tercer Grado y Las Mangas del Chaleco. Otra, la primera plana que en su edición del 5 mayo, mereció en El Universal. O bien los medios se enteraron después, lo que resulta extraño cuando podemos ver en vivo la tragedia de este momento en Birmania o Myanmar, o -lo que me temo- hay una orden especial para ese asunto, que tanto insisten en ya olvidar aquí.
Ahora ya no sólo hay que explicar a unos cuantos poquitos o uno que otro medio local de Guadalajara, sino al propio Congreso y los medios de "peso".
Pero a reserva de lo que viene para después, este es un buen momento para revisar algunos datos que pueden ser otro escándalo mayor y que también requieren de solución inmediata.
Reproduzco datos de una investigación de la reportera Josefina Real, próximos a publicarse en La gaceta:

Datos del Instituto Nacional de Nutrición, organismo que sostiene que hasta el año 2000 había 40 millones de mexicanos con problemas de nutrición, de esa cantidad 60 por ciento corresponden a niños y niñas, para el 2008 “yo creo que ya son 45 millones de personas desnutridas”.

Tan solo el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) da cuenta que en México el 56 por ciento de las y los niños indígenas están desnutridos.


A este problema se enfrentan los habitantes de alrededor de 200 municipios. Jalisco tiene por lo menos diez con severos problemas de desnutrición, algunos de ellos son: Mezquitic, Bolaños, Santa María del Oro, Chimaltitán, Jilotlán de los Dolores, Tolimán y Zapotitlán de Badillo. Aunque hay estudios que la desnutrición también esta presente en los municipios aledaños a Guadalajara. El año pasado, se detectaron casos de lepra en Tonalá, y dicha enfermedad esta íntimamente ligada con la pobreza y la desnutrición.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), informó que en los últimos 9 meses, los precios mundiales de los alimentos han aumentado más de 45 por ciento, y en medio de este encarecimiento existe una grave escasez de arroz, trigo y maíz.

México enfrenta un déficit de 14 millones de toneladas en su balanza comercial de granos básicos, equivalente a 3 mil 273 millones de dólares, pero el desequilibrio es más acentuado en los productos que han subido de precio en los mercados internacionales.


El último estudio de población (en seis municipios) señala que quienes hacen actividades en la vía pública, se observó a tres mil 841 personas que realizan alguna actividad dentro de la economía informal, de éstas, el 71 por ciento correspondía a población adulta y el 29 por ciento a menores de 18 años.
En mayo del 2007 el sisrtema DIF – Jalisco, en coordinación con los sistemas municipales de El Salto, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan plantearon la necesidad de trabajar un proyecto que brinde atención a las familias en situación de calle. A la distancia se desconoce de los avances de dicho proyecto.


Hasta aquí lo dejo por el momento, lo que se suma a lo señalado por el CONEVAL, Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social que calcula en 600 mil los jaliscienses en pobreza alimentaria, dato que en ese polémico discurso del Banco de Alimentos, el gobernador cifró en 900 mil.

Los indicadores duros revelan que hay mucho por hacer. Olvidar unas expresiones a la larga pueden ser tema del anecdotario pero lo que no podemos ocultar es una pobreza extrema que lastima más que cualquier mentada.

De ahí la necesidad de insistir si la salud del gobernador está para enfrentar esa crisis, la alimentaria, y si los medios nacionales que han reproducido el caso tienen una reacción para acabar con algún espíritu electorero prematuro.

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