miércoles, septiembre 17, 2008

Es hora de dar el Grito

Epicentro de Leonardo Schwebel

Sobre si existe o no un gen determinante de la violencia, la ciencia concluye que no:

Los factores neurobiológicos que contribuyen a que se desarrollen comportamientos violentos en los humanos aún no son bien comprendidos. La preocupación por entender por qué las cárceles están llenas de gente o por qué, de pronto, algunas personas desarrollan un comportamiento excesivamente agresivo ha llevado al científico Andreas Meyer-Lindenberg, del National Institute of Mental Health de Estados Unidos, a investigar si existen componentes en nuestra naturaleza biológica que puedan producir este tipo de reacciones o actitudes. 

Su investigación, de la que se ha hecho eco el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos en un
comunicado, se enmarca dentro de la llamada genética psiquiátrica, corriente de la psiquiatría que intenta desvelar las claves de cómo los genes predisponen la organización y el funcionamiento de nuestro cerebro desde la infancia. 

Investigaciones anteriores ya han establecido las bases de lo que ha dado en llamarse 
Neurobiología de la violencia. Por otro lado, tal como han establecido los investigadores chilenos Marcela Jara y otros en su artículo Genética de la Violencia, hasta donde se sabe actualmente no puede haber un gen de la violencia, que probablemente son múltiples y que la violencia siempre es el resultado de la interacción de las disposiciones hereditarias y de la influencia del ambiente


Si fuera así de sencillo, habría fenómenos de este tipo todos los días. Lo sucedido en Morelia sí pone un hasta aquí sobre las irresponsables acciones del gobierno.
Convocar a una guerra contra el narco, lo hemos dicho insistentemente, no era para combatirlo sino para demostrarle al mundo financiero que se aceptaba un problema y que se iba a resolver. Nuestra pobre manera de recibir dádivas internacionales. Nuestra paupérrima copia de ser Colombia.
Ya dijimos abjaito en este blog que se han cumplido 600 días de promesas incumplidas sobre el tema de seguridad.
Y como también se ha dicho aquí y en otros foros (cuando estaba al aire en radio y TV) si un Estado no puede proporcionarle a sus habCursivaitantes seguridad, lo demás entonces queda entredicho.
Los granadazos de Morelia ya rayan en otro tema. Quien lo haya hecho está dispuesto a sacrificar vidas civiles y hasta donde nos da el ententendimiento, los narcos no actúan así. Su código de conducta -sí, código de conducta- señala que la gente cotidiana no se toca y esa gente muerta y herida, es un ejemplo.
Si fue por venganza por los detenidos en ols diferentes frentes, entonces sí, el gobierno federal debe una respuesta a sus acciones. 
Hasta el momento esas respuestas sólo son mediáticas.
Ya no estamos hablando de balas perdidas o errores de procedimiento o lucha sin tregua caiga quien caiga y otros eufemismos de la ineficiencia, estamos frente a un caso de terrorismo que sobrepasa cualquier  anuncio espectacular.
Las llamadas narcomantas, las adevertencias y el señalamiento en muchos medios (incluyéndonos) que se está protegiendo desde el gobierno a grupos narcos para atacar a otros, es un tema que debe ponerse en el análisis.
Nuestras autoridades no han podido en esta guerra que ellos mismos promovieron.
A los discursos bonitos y a los reclamos ahora hay que añadirle saber bien a bien quién y por qué hizo eso.
Ya es hora que demos el verdadero Grito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr:

Yo fui a dar el grito con mis tres hijos aqui en gdl, me muero de rabia y miedo pensar que pudimos ser los muertos de morelia, ya basta de corrupcion en el gobierno.

Basta de falsas guerras.