No hay gato y sí muchos ratones

Epicentro de Leonardo Schwebel

El refrán aquel de si no está el gato, los ratones juegan, puede bien aplicarse a lo que hemos llamado la nueva versión de la película ¿Dónde está el piloto?
Nuestro país enfrenta una situación especial en cuanto a la impartición de justicia. Los procesos son lentos y las resoluciones no quedan claras. Las instancias para que algo llegue a fin fin son interminables y la pasadera de amparos y llevar los casos de tribunal en tribunal, hacen que sea un cuento de nunca acabar.
Del delito común a los grandes intereses nacionales y globales, hay también discriminación y sobre todo, selección. No todos los delitos se denuncian, no todas las denuncias se investigan, no todas las investigaciones llegan a los tribunales y en los tribunales hay dilación e injusticia.
Estamos ante la presencia de dos fenómenos ligados a lo anterior: por un lado la impunidad y la toma de justicia de propia mano; y, por el otro lado, que la sociedad se vea afectada en su conjunto por decisiones arbitrarias de la autoridad.
Amanecemos octubre con nuevo gasolinazo y se apresta a solventar la crisis económica estadounidense a través de políticas más duras en cuanto a créditos. Si usted debe de sus tarjetas o de su casa o auto, se viene una escalada de persecusiones.
La economía internacional no estaría dispuesta a pagar el costo del bushazo y amarraría a los que debemos y no aguantará más un crecimiento de cartera vencida.
Y como en este país no hay gato o piloto, llámese Presidente, los ratones juegan. Juegan los del crimen organizado, juegan las grande corporaciones, juegan los mercados bursátiles. En medio de esa marabunta, una justicia ciega y lenta, no tendría la capacidad para que usted se defienda.
Como puede ver, este 2 de octubre no sólo se recuerda la matanza de Tlatelolco (ver en este Blog lo que escribí al respecto http://leonardoschwebel.blogspot.com/2008/09/2-de-octubre-ya-se-olvid.html ) sino el inicio de una campanada que afectará nuestra estabilidad y economía.