2 de octubre ¿Ya se olvidó?

Epicentro de Leonardo Schwebel

En el último número que me correspondió supervisar como Director de Información de La gaceta, se hicieron trabajos especiales sobre el 2 de octubre de 1968 con el título: 2 de octubre ¿Ya se olvidó? http://www.medios.udg.mx/gaceta/

Las referencias vivenciales que tengo del 2 de octubre de 1968 son muy vagas. Recuerdo dos cosas en mi entorno. La primera, que mi Papá quedó encerrado en la central telefónica más cercana a Tlatelolco como en una especie de guardia y no supimos de él sino hasta 2 ó 3 días después. La otra, de unos vecinos que estaban ensayando para la tabla gimnástica de la inauguración de los Juegos Olímpicos y como estaban por ahí en la Plaza de las 3 Culturas, los detuvieron en el Campo Militar 1 hasta un día antes de esa inauguración. Ninguno de los dos estudiaba en la UNAM o el IPN, y ni idea tenían de lo que sucedía.

Ya en la Universidad -estudié en la UNAM campus Aragón y Acatlán- me tocó formar parte de la generación 78, es decir 10 años después de la masacre. Muchos de nuestros maestros habían tenido actividades políticas. Los extranjeros por la apertura que había en aquella época donde se les dio cabida y llegaron exiliados de Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay. Los del aquí habían sido testigos del 68 como estudiantes o maestros.

Fue ahí en la Universidad sonde hice mi primer ensayo sobre el 68 que al exponerlo en clase me dio la pauta de lo que se sabía en ese entonces.

Ese fue mi primer acercamiento real con el movimiento. En ese tiempo (y me imagino que ahora) no había documentación hemerográfica y conseguir los periódicos de la fecha fue un gorro.

Por ahí de 1985 yo ya trabajaba y era un reportero del programa Para Gente Grande y coordinador general del programa En Vivo, que dirigía y conducía Ricardo Rocha.

Con motivo de un aniversario más del movimiento, el 17, se me ocurrió hacer un reportaje pero visto como el movimiento del 68 y la cultura. Entrevisté en su casa a José Agustín. Era en Cuautla en una especie de cabaña hippie y en todo el caseron había bocinas que entonaban una melodía de Mahler. En esa entrevista se dio pie a un cuento de él que intentamos reproducir.
Años después, cuando hice un programa especial llamado Crónicas FIL, en la Feria Internacional del Libro en 2006, ambos recordamos esta anécdota.

En ese cuento, 2 chavos que no se conocían, andaban huyendo de las balas, y se escondieron en un hotel; ya en el hotel, pasó lo que tenía que pasar. El cuento se llamaba Haz el amor y no la Guerra o algo así.

Para hecer en video ese cuento, nos apoyaron en Televisa con 2 chavitos actores. De él no me acuerdo, pero ella era Claudia Ramírez, que después se hizo muy famosa.

Cuando andaba en ese reportaje, me encontré en la videoteca una serie de películas sobre el 68. Era la primera vez que veía películas de la represión y la primera vez que Televisa se atrevió a ponerlas al aire.

Tanto las imágenes inéditas, el cuento en video de José Agustín http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Agust%C3%ADn_Ram%C3%ADrez_G%C3%B3mez y mi reportaje, fueron un trabajo especial que en su momento fue histórico.
También en el programa En Vivo coordiné varias entrevistas sobre el tema.

Años después el día ha sido recurrente en entrevistas, análisis y demás asuntos y los pude realizar en los programas de radio, incluyendo los que tenía aquí en Guadalajara, Pulso Informativo y Medios UDG Noticias Desde el Epicentro de la Información.

Aquí en Guadalajara y sobre todo en la UdeG, el movimiento se vio distante y hasta contrario a los intereses locales de esa época.

Por eso vale la pena que revisen la portada y los artículos de La gaceta, ya que es de gran valía periodística que el órgano principal de la Universidad de Guadalajara abra sus páginas a esto.

Con esto, diría, concluye todo este ciclo de cosas que directa o indirectamente he hecho periodísticamente por ese movimiento. Desde mi primer trabajo escolar en la Universidad hasta supervisar este trabajo de La gaceta.

Me daré espacio para seguir con el tema. Un ejemplo es este Blog y donde haya oportunidad después.

La idea siempre ha sido la misma: saber qué demonios pasó.

Y siento que desde ese trabajo escolar hasta hoy, siguen las dudas, sobre todo en los jóvenes estudiantes.

Nuestra obligación ciudadana es reconocer y buscar esas fuentes de información. No debemos permitir que el 2 de octubre, se olvide. Y aquí les dejo, sobre todo a los que no lo vivieron, algunas fotos que son más que elocuentes. La sociedad de esa época es testigo y cómplice del silencio que prevaleció en los medios de ese lapso. No dejemos que eso ocurra de nuevo
http://images.google.com/images?q=tlatelolco&hl=es&rls=com.microsoft:es-mx:IE-SearchBox&rlz=1I7GZEZ&um=1&ie=UTF-8&sa=X&oi=images&ct=title