martes, octubre 07, 2008

Permiso a tranzar

Epicentro de Leonardo Schwebel

Por esas rarezas de la vida, un doctor que según la Contraloría de Jalisco cometió irregularidades administrativas a la hora de hacer al menos un trasplante, puede seguir ejerciendo su profesión con ciertos candados.
Por esas rarezas de la vida, la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó la remoción de los consejeros electorales de Jalisco, algunos de los cuales supuestamente negociaron una liquidación millonaria, pero eso abre la puerta para que los partidos elijan a los árbitros de su propia contienda.
Los procesos legales están atrapados en su teleraña. Nuestro marco jurídico es tan intrincado que ni siquiera ellos mismos, los que ordenan, lo entienden.
Se pueden cometer irregularidades que están en el filo de la navaja de un delito, pero como nadie en Jalisco hace trasplantes de ese nivel, el detalle pasa al territorio de la indefinición.
Vamos a suponer que usted es experto en algo y ese algo le da prestigio y calidad a su empresa; pero resulta que como usted es lo máximo, incurre en asuntos administrativos donde usted mismo es el beneficiario.
Entonces le descubren su numerito, pero de todos modos sigue trabajando en esa empresa porque usted es el experto.
Algo parecido a la historia de la vida real que vimos en el cine de Frank Abagnale Jr., interpretado por Leonardo di Caprio en Atrápame si puedes, donde un falsificador acabó trabajando para el FBI http://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Abagnale_Jr.

En el nuevo Instituto Electoral de Jalisco la situación es todavía más rara. Ahora que es inconstitucional la remoción, los partidos saldrían ganando. Haga de cuenta que su equipo de fútbol se queja del arbitraje, corren al árbitro con todo y una buena lana, se repite el partido, pero ahora el equipo ofendido escoge a su árbitro. Cualquiera que sea el resultado, sería sospechoso.

En este país ser legal es muy difícil. En la era cibernética un trámite para hacer una empresa es tortuoso y complicado. Por ello prevalece la ilegalidad o irregularidad. Ahora si se le reclama su acción, usted puede remitirse a esos casos.
Desde la primaria nos enseñan que las leyes deben respetarse y que no hay nada superior a la Constitución. Ahora había que enseñarnos que la autoridad tiene el privilegio de acomodar las leyes según su antojo.
Sabemos que eso existe en la práctica y por ello muchos abogados se hacen millonarios, pero lo novedoso aquí es que en nuestra propia cara la autoridad misma da permisos para ser ilegal o irregular o tranzar.
Así están las cosas y lo mejor del todo, es que no pasará nada.

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