miércoles, enero 07, 2009

El arte de perder

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

El condenable atentado contra Televisa Monterrey nos despierta que ese sueño del cambio de año es aún una pesadilla.
Ni los mensajes positivos ni los buenos deseos de la temporada son suficientes para ocultar la realidad que en eso del combate al crimen organizado, no se dan resultados.
La única oportunidad que tendría el gobierno federal es la de procurar una negociación pero el problema es que no tiene con quién.Se combate a un enemigo que se desconoce. Un enemigo que para colmo, tiene incrustados elementos en el propio sistema de defensa. Es la estrategia del autogol.
No es desconocido que el caso México ya es preocupante a nivel mundial y mientras se ataca por un lado y se logra algo, por el otro salen más más.
Es el fenómeno de la cloaca.
Cuando uno se decide limpiarla, no deja de salir mugre.
“Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae. Si las tropas atacan ciudades, su fuerza se desgasta. Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente”.
Esto pertenece a El Arte de la Guerra de Sun Tzu.
Probablemente escrito hace 2 mil 500 años, el tratado da cuenta del principio fundamental de una guerra: ganarla.
“Defiéndete cuando no puedas derrotar al enemigo, y ataca al enemigo cuando puedas vencerle. Uno se defiende cuando su fuerza es inadecuada; ataca cuando es abundante. Aquellos que son hábiles en defenderse se ocultan a si mismos como bajo nueve capas de tierra; aquellos que lo son en ataque caen como un relámpago desde el cielo. Por tanto, aquellos hábiles en atacar y en defenderse son capaces tanto de protegerse a si mismos como de lograr una victoria aplastante”.
Da la impresión que esto que suena a elemental, no ha sido explicado.
Es como cuando se va perdiendo 3 a 0 en el primer tiempo. O cambias la táctica o corres el riesgo de que te goleen.
En este caso algunos tiros al poste y algunas jugadas vistosas no son goles.
“Así pues, los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar. Capturan las ciudades enemigas sin asaltarlas, y se apoderan del estado enemigo sin campañas prolongadas. Su meta es tomar intacto todo cuanto hay bajo el cielo, mediante consideraciones estratégicas. Como resultado, sus tropas no se desgastarán, y las ganancias serán completas. Este es el arte de la estrategia ofensiva”.
Un atentado aquí, un secuestrado allá. Un asesinado por la espalda aquí, un ejecutado allá.
“La guerra se basa en el engaño. Muévete cuando sea ventajoso y crea cambios en la situación dispersando y concentrando tus fuerzas. Cuando entras en campaña, sé rápido como el viento; haciendo marchas normales, majestuoso como el bosque; en las incursiones y saqueos, feroz como el fuego; cuando te detienes, firme como las montañas. Si te escondes, sé tan insondable como las cosas más allá de las nubes; en movimiento, cae como el rayo. Para saquear una región, dispersa tus fuerzas. Cuando conquistas un territorio, defiende los puntos estratégicos”.
Más de 7 mil muertos aquí debe indignarnos como nos indignan los 700 muertos en Gaza.
No se trata de cifras y consuelos.
Se trata de realidades.
Vamos perdiendo el partido. ¿En qué minuto se hacen los cambios?

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