miércoles, enero 07, 2009

Narcomenudeo...otra guerra perdida

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Narchocolates y narcosos de peluche detectados en Jalisco hacen creer que la capacidad de asombro está vigente.
Y también nos dan muestra de algo de esta guerra perdida donde no se ha notado cambio: el mercadeo ilegal de droga en pequeño. El narcomenudeo, pues.
Fue Emilio González candidato quien puso la alerta al declarar que había 300 y pico de puntos de venta de narcomenudeo en Guadalajara y además implicó a grandes negocios, medios y empresarios en lavado de dinero. Y como en eso de prometer nadie empobrece, recordemos en el viaje por el tiempo que en marzo de 2008 se creo en Jalisco una especie de super fiscalía contra delitos contra la salud, la verdad es que no hemos visto claro. La contradicción de ese combate puede verse aquí
Ahora que Jorge Salinas Osornio va solo, solitito, libre, por Guadalajara representando al PAN, seguramente vamos a escuchar declaraciones de este tipo.
El narcomenudeo es un negocio próspero.
Eso nos lleva a Filiberto Ortiz, quien ya renunció a su cargo como jefe policiaco en Ocotlán.
Fue un reconocido periodista quien me lo advirtió antes que se llevara a cabo la escalada de violaciones de derechos humanos.
Ocotlán estaba sirviendo de programa piloto para establecer en México lo que hoy es la ley de seguridad, donde todos somos sospechosos por decreto.
Quien mejor que Filiberto Ortiz, famoso y hasta felicitado por aquella ma…nera de acallar a los llamados altermundistas de aquella reunión de la APEC, celebrada en Guadalajara. Aquella del destape de Calderón. Es decir, 2004.
Instalado después en Ocotlán, empezó el programa piloto…pegar y después averiguar.
Fue en la época que conducía Más que Noticias con mi amigo Oscar Abrego, que uno de nuestros reporteros inició la investigación del tema.
En esas primera notas, el reportero dio cuenta de un testimonio de un periodista radiofónico local, quien ya acusaba a la policía de Ocotlán de quererlo silenciar.
Y ya después entró al quite la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco.
Otro de los reporteros, ahora de radio, cuando estábamos en otra estación, reportaba casi a diario lo que sucedía: la policía llegaba a una casa, sin orden de cateo, y arrasaba con lo que veía.
En ese tiempo la justificación de Filiberto Ortiz tanto en radio como en televisión, fue el combate al narcomenudeo.
Si el programa piloto de Ocotlán servía, entonces pudiera aplicarse a todos.
La nueva Ley de Seguridad anunciada en este naciente 2009 es una consecuencia de todo ello.
Si bien se evitó eso de los cateos sin orden previa al estilo Ocotlán, si es una ley represiva….represiva al estilo que ha ejercido Filiberto Ortiz.
Los policías acelerados de Ocotlán son una muestra que aún queda mucho por hacer, pero desde adentro.
Situaciones semejantes detectamos en su momento en Tlajomulco donde la víctima fue una mujer policía abusada y hostigada por los jefes policiacos.
Ahora que se viene la nueva camada de candidatos y nos prometan algo para luchar contra el narcomenudeo, valdría la pena recordar lo que Emilio González dijo en su momento y que no ha podido cumplir.
El mensaje del atentado contra televisa Monterrey pone en la mesa otro tema del que no tenemos algo claro: narcofuncionarios.

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