jueves, enero 29, 2009

La discriminación que ya no viaja en Avianca

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Hace algunos años, en mis inicios reporteriles, hice un trabajo sobre violación. Días después, salió una nota que se había incrementado el número de víctimas. Me sentí como decepcionado que pese al esfuerzo, no pasaba nada. El entonces jefe de un programa de TV me dijo: si piensas que con un reportaje vas a cambiar al mundo, estás equivocado. Al pír eso me dije: si alguna vez llego a pensar como ese hombre, es momento de retirarme. Han pasado tiempo y aún creo que un reportaje puede cambiar al mundo.
En noviembre de 2007, mientras trabajábamos en un día feriado en una estación de radio, la productora Moni Pili (fiu) Silva, recibió la llamada de un radioescucha que señalaba que por ser ciego no lo dejaron subir a un avión de la línea colombiana Avianca, a pesar que ya había pagado el boleto y se dirigía a Venezuela.
Entrevisté vía telefónica al radioescucha que resultó ser Alejandro Anguiano, profesionista, profesor, abogado, 40 años, autosuficiente, exitoso, triunfador y ciego. Para colmo de males, la aerolínea se negaba a a reembolzarle el costo del boleto.
Era un auténtico caso de discriminación en un mundo donde se pregona por los derechos de los llamados discapacitados.
Puse a funcionar la maquinaría informativa porque no podíamos permitir que el caso se olvidara y que se cometiera una injusticia. Así, en algo que alguien llamó sobreexposición, la historia del abogado Anguiano salió en radio, prensa y TV.
La idea fue siempre demostrar que había algo ahí que no era bueno y que se había afectado a un ser humano. La historia tiene un final feliz. Después de toda esa fuerza mediática, se le dio al abogado Anguiano el viaje, una compensación económica y se logró que Avianca modificara sus reglamentos.
Eso para mí es cambiar el mundo con un reportaje. Tratar que este mundo sea mejor. Con esa misma pasión, ideología o sueño mafufo, también se dio continuidad a la historia de las adolescentes que compran pastillas para abortar en El Santuario de Guadalajara o las costureras que son tratadas como esclavas en los Altos de Jalisco o a los casos de trasplantados y muertos por contaminación alrededor del Río Santiago. Temas que merecieron premios locales y nacionales de periodismo a quienes hicieron la investigación.
La historia de Alejandro Anguiano no quedó sólo en una llamada de un radioescucha, sino que hubo continuidad y hasta terquedad. Avianca reconoció el daño y con eso se beneficiará a otros más.
Sé que los ciegos no cambian su mundo. Sé que son discriminados y que no son aceptados en restaurantes o en centros de entretenimiento o en escuelas, pero esta es una pequeña muestra que se puede llegar a algo más.
Nunca fue idea cazar un premio o lucrar con la desgracia ajena, sino poner en la agenda un tema que prevalece en nuestros días.
Por sus conocimientos y profesión, Alejandro Anguiano trabajo por defender su derecho a ser humano libre. Y ese es el verdadero premio.
Quienes fueron asignadas para cubrir la historia de aquella llamada han trascendido a un premio de reconocimiento internacional. Felicidades.
A pesar de las trabas burocráticas para hacer un viaje, a pesar de la oposición de algunos por seguirle dando al tema, a pesar de las deslealtades, sí creo todavía que con un reportaje puede cambiarse al mundo. Desde aquí mi reconocimiento al abogado Anguiano que nos da una lección de vida. La vida hay que vivirla aunque algunos se empeñen que no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades Don Leonardo

¿Cómo es posible que en la actualidad siga ocurriendo tales casos?

¿Qué pasará cuando todos tengamos alguna discapacidad, no se nos permitirá gozar de una supuesta vida?

Esto nos da una pauta para pensar que no todos estamos excentos de cualquier deformidad o desgracia, ya sea por descuido humano o simplemente por algún desaztre, con estos cambios climáticos uno ya no sabe.
Si no tuviese un brazo no me dejarian viajar porque no podré ponerme el cinturón de seguridad o si me hacen falta las piernas porque me será muy dificil acceder a mi transportador, yo me pregunto: ¿Dónde quedan los servicios de dichas compañias? que antes que complaer sus intereses, deben benificiar al cliente, quien es el que les da alce y hacen crecer su bolsa.
Que desgracia en serio que la gente siga pensando así, que acaso no han escuchado el dicho que dice: "Cambiar nuestros pensamientos, es transformar el rumbo de nuestro destino y más aún el mundo", lo anterior lo digo por el comentario que le hicieron a Don Leo acerca de que un reportaje no puede cambiar la manera de designar de nuestra gente.

Tan sólo pensamos que nadie es sendero de burros cargados, o peor aún río de desagues, jaja, que tonteria.

Me da gusto participar en este espacio, espero que todos los lectores y escuchas también dejen sus comentarios, que la svibra sme los acompañen y recuerden cuidar el agua y usar condón.

Héctor Merida, Estudiante Universitario 21 años, Chiapaneco de Corazón