lunes, enero 05, 2009

Un milagrito de Reyes Magos

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Como candidato entrevisté algunas veces a Felipe Calderón, y en una de esas ocasiones aprovechó el campeonato mundial de la sub 17, para prometer empleo y más cosas a los jóvenes. Yo le insistí que además habría que preocuparse por los sub 30, sub 40, sub 50, sub 60 y así consecutivamente. Este dato de enero de 2008, hace un año, antes de la mentada crisis, refuerza que no ha logrado cumplir.
El asunto es que un país avanza por dos caminos que convergen en un solo punto: inversión. Y esos dos caminos son la ciencia y tecnología y las políticas públicas.
Más que un tema económico, esto es prioritario como seguridad nacional.
La relación desempleo-inseguridad va de la mano si a esto le sumamos la falta de oportunidades y el poco avance educativo.
Encaramos el 2009 sin un plan estratégico en ambos rumbos.
Nuestros recursos a la ciencia y tecnología y políticas públicas son raquíticos y sin que hay un programa que los ajuste.
La escalada de promesas que se nos vienen con las candidaturas a diversos niveles en el país, hacen que tengamos que reconocer como votantes cuáles son las prioridades.
Un país que no asegura lo elemental, cae en el peligro de la demagogia y sobre todo, es presa del populismo.
La vida no se resuelve con limosnas ni dádivas y parece que esa será la tendencia.
Las ideas neoliberales que brillaron por el mundo, hoy son opacas. Una consecuencia de ello es la conjunción de economías en una paridad común. En el caso de la Unión Europea, el trabajador tuvo que cambiar radicalmente. No hubo tanto desempleo pero sí nuevas formas de medir. Por ejemplo se amplió su estatus laboral de jubilación y se endurecieron las reglas de juego para los migrantes.
Un primer paso que refleja que pronto el trabajador mexicano tendrá que cambiar es el dato de Afores 2008 que arrojaron una pérdida.
Así empezó en Europa y el poder adquisitivo del empleado común se ha mermado.
En Estados Unidos el camino es semejante.
Para el estadounidense promedio, el tener una casa se había convertido en su válvula de escape. Gracias a esas inversiones por hasta 30 años, el estadounidense vivía endeudado pero con crédito. La crisis, que estalló en octubre de 2006 cambió la jugada radicalmente.
Lo que comenté en Epicentro Informativo del artículo Así será el año 2009
de Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique, es más que evidente:
“Todo indica que el año 2009 será el de todos los peligros. Porque agoniza une era, la del neoliberalismo, y comienza, a tientas, un nuevo paradigma. Debiera también ser el momento de todas las oportunidades. Para empezar a edificar, por fin, un mundo mejor”.
Hasta el momento la mejor manera de mantener quieta a esa sociedad en masa ha sido a través de paliativos de los medios. Los fenómenos de rating de programas de concurso donde un ser humano común llega al estrellato, forman parte de ese elenco que calma las aguas.
México ahora está entre la espada y la pared. Ni entra de lleno al campo de la ciencia y tecnología, ni se preocupa por políticas públicas. Hasta el momento está a un paso del filo de la navaja. Sólo un milagro de los Reyes Magos puede salvarnos, pero como que ya nos estamos desgastando en esperar que llegue lo bueno.

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