miércoles, febrero 11, 2009

Soy catastrofista

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Fui con Go-go-godinez y Osvaldo Monos al bufet de futbol, donde no atiné: Chivas empató, perdió San luís y la Decepción Nacional, ya saben.
Cuando expulsaron a Rafa por su enésima estupidez, una mujer gritó: Bravo, Rafa! Y es precisamente ese comentario y algunos aplausos, lo que me hizo pensar que ese tipo de actitudes premian la mediocridad.
Más tarde, en una de las clásicas entrevistas de cancha, André Marín, le comentó a Osorio que la Selección “había jugado muy bien” y todavía recalcó, “muy bien”, y son precisamente esos comentarios los que premian la mediocridad.
Es muy sencillo: no la hacemos en el futbol y la llegada de un técnico europeo con cartel triunfador, ni ha modificado nuestra forma de jugar, ni ha revolucionado la estrategia y como con los recientes técnicos, seguimos perdiendo con Estados Unidos en Estados Unidos.
En ese bufet vimos también como San Lorenzo le dio una paseadita a San Luís y como le empataban a las Chivas en el último minuto, lo que me dio gusto.
He visto futbol toda mi vida y me sigo enojando con estos resultados y me siento impotente cuando veo que nuestros jugadores no atinan un pase o no meten un gol a unos centímetros de la línea de gol o en 90 minutos apenas tiran 3 ó 4 veces a la portería contraria.
Veo a Rafa haciendo el ridículo como en el Mundial 2002, precisamente contra Estados Unidos, y que todavía lo premien como lo máximo; y veo que Oswaldo no está para la Selección, sobre todo cuando en la banca está Ochoa, y todavía lo premian como el jugador con más abrazos.
Veo como pasan los años y no hay defensa que detenga al odiado Donovan.
El futbol sirve de distracción y para mentar madres que no podemos hacer contra los demás y resulta que acaba uno abatido, frustrado, enojado y con la moral baja: ya ni en fut la hacemos contra los gringos.
Mi lógica de vil aficionado, con miles de juegos en mi haber por TV y algunos en estadios, es que en esa Selección deben estar Cuauhtémoc, Braulio, Ramoncito. Que no tiene caso tener a Sinha si se le pone cuando se va perdiendo. Que Giovani es mejor en un bar y que el Venado funciona en un bosque, no aquí.
En torno a esto hay millones de pesos en juego y uno es cómplice de la mediocridad de algunos cronistas y narradores, de la guerra por el rating y de ese sueño por, alguna vez, hacerla en un Mundial o de perdis, golear a Estados Unidos allá.
No entiendo qué hace Nery en la cancha y Vuoso en las tribunas. No capto por qué Pavel regresó de Alemania peor que como se fue o cuál es la insistencia de tener a Galindo y Osorio, que no terminan en coordinarse.
Comimos bien y pasamos la tarde sin hacer nada más que comprobar que el fut nos hace daño. que es un bisnes donde nos hacen conformarnos y donde ser mediocre te da fama y dinero.
Y lo peor, es que aún así, seguiré viéndolo.
En el fondo soy un catastrofista sin remedio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy atinado su comentario respecto a la seeleccion