jueves, marzo 19, 2009

BanaUSA

Antes era común entrar a un banco y esperar que alguien lo asaltara. Hoy es diferente: cada vez que vamos al banco, nos asaltan. Sólo que ahora los ladrones no se esconden en máscaras o medias o usan armas, son los propios sistemas bancarios los que nos roban nuestro dinero, peso por peso. Ya sea en comisiones por usarla o comisiones por no usarla; intereses de los intereses de los intereses; nos cobran por dar cheques o nos cobran por no usarlos; nos quitan dinero si nos pagan con tarjeta de debito y nos quitan dinero si sacamos todo el dinero.

El chiste de todo este embrollo es una filosofía: los bancos no pierden.

Hemos pasado por bancos extranjeros, por bancos nacionalistas protegidos, por bancos de iniciativa privada familiar y privilegiada, por bancos estatizados, por bancos nuevamente privados para otros privilegiados (cuates de alguien), bancos que parecen mexicanos avalados por firmas extranjeras y ahora bancos con capital de países.

Banamex ha pasado por eso desde que era el antiguo Banco Nacional de México hasta ser parte de la multinacional Citigroup y ahora con participación directa del gobierno estadounidense. La crisis y la política salvadora de Obama hicieron que Banamex haya pasado del centro financiero principal del Fobaproa al salvador del Fobaproa de Obama.

Como empieza Moby Dick, “llámenme BanaUSA”.

Que Hacienda en su comunicado y el presidente del empleo Calderón, avalen que el principal banco de México tenga dinero del gobierno de Estados Unidos (25 mil millones de dólares), es algo que sobrepasa los intereses de los intereses.

El asunto ya se complicó con es escueto justificante de Hacienda y con la politización del caso. Nuevamente los Otros tienen la culpa y ahora el peligro para México es Beltrones.

De esto se advirtió siempre y como siempre, nadie hace caso. El chiste es hacer negocio y los mismos banqueros se echan mucho de la culpa de la súper crisis que vive la economía mundial.

Los bancos multinacionales se llevan el dinero del mundo y háganle como quieran. Tan sólo hay que recordar la benéfica licitación que permitió que el banco número 1 de México haya pasado a las manos de un pulpo como Citigroup.

Lo dijimos: cuando haya crisis bancaria, entre carteras vencidas, Afores truncados, comisiones fuera de orden, legislación laxa, cuando un banco vea que la cosa se ponga fea, entonces…¡vámonos!

Recuerdo que parte de la guerra del lodo contra López Obrador era precisamente la amenaza velada que algunos bancos se irían del país. Hoy la situación está peor. El banco 1 de México tiene inversiones del gobierno de un país extranjero.

Y aquí sí, curiosamente, Calderón no dice ni pio. Su valentía que defiende el PAN y Gómez Mont se le acabó. Los estadounidenses son culpables de nuestros males: migración, inversión extranjera, saqueo de dólares, narcotráfico, armas, incumplimiento del TLC, pero no lo son cuando tienen su dinero en un banco que se anuncia como mexicano.

El pleito durará un rato, así que vayámonos sentando.

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