Fracasaron los intentos de Calderón por enseñar un país que no existe.
Ante su política bipolar que un día Estados Unidos es el culpable de nuestros males, otro día se agacha, otro día pide dinero, otro día aclara que no pide dinero, otro día vuelve a culparlos de todos, la consecuencia inmediata es que Obama ya está por decidir enviar elementos de la Guardia Nacional a la frontera.
En esta calle de dos vías, como la llama el presidente de Estados Unidos, donde uno envía y otro consume, donde uno surte de armas y después se defiende, la declaración de este domingo 29 de marzo marca la tendencia: la lucha de calderón contra el crimen organizado, escapa de sus manos.
Viene la hora de salvarnos y ello significa militarizar.
Un ejemplo de esa bipolaridad política es Ciudad Juárez. Lugar fronterizo por excelencia, ha sido escenario de violencia desde hace muchos años. El narcotráfico, avalado por los gobiernos estatales y municipales del PRI y PAN, entró de lleno en centros nocturnos (como la disco Amadeus) y en calles como la Sixteen (16 de Septiembre) –ahí está el Noa Noa- donde uno puede consumir cervezas, drogas o conseguir una mujer menor de edad (o un hombre).
A esto hay que sumar las Muertas de Juárez, un caso más sin resolver.
En Juárez es relativamente fácil comprar un auto americano en 300 dólares o menos, o algún tipo de arma en 50.
Este reporte de noviembre de 2008 es el Epicentro de del delito.
Para ello, uno pudiera pensar que la autoridad está pendiente del tema o que busca soluciones. Este reporte de marzo de 2009 refleja lo contrario: el gobierno municipal está un estadio de béisbol.
Después de ver como en fut la selección le ganó a a Costa Rica, Calderón fue a Londres donde tendrá reuniones oficiales y asistirá al G20.
Tl vez en el juego le dio tiempo a Calderón y al presidente Arias a hablar de cómo vencer la violencia de sus países. Costa Rica –con menos habitantes que la ZM de Guadalajara- ha visto un aumento considerable en los últimos años.
Hay que admitir que las políticas económicas neoliberales que generan dependencia a cambio de inversión extranjera, ha generado una crisis interna en países como los nuestros.
Como en la vida misma, los problemas no se solucionan ni con dinero ni con fuerza, hay que ir al Epicentro de las cosas y en ello Calderón también ha perdido la batalla.
Sus intereses –como en Juárez- no coinciden con las necesidades. Lo que él quiere es más dinero, más dependencia, más poder, más como él en el poder.
Con Sarcozy y Hillary, sus intenciones se han ido al pozo. Habría que esperar lo mismo en Reino Unido.
La bipolaridad política de Calderón puede convertirse en una enfermedad de riesgo de nuestra propia tranquilidad. Y eso, hoy más que nunca, sería imperdonable
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