lunes, marzo 30, 2009

Ness y Necio

La vida real de Eliot Ness estuvo marcada por la tragedia y la paradoja. Él, que lideró la fuerza especial que combatió el crimen organizado del alcohol, acabó alcohólico. Él, que se puso frente a la obsesión de terminar con la jerarquía de Al Capone, terminó olvidado y hasta repudiado.

Obama tiene razón en señalar que combatir el crimen con violencia, genera más violencia y crimen; sólo en ese sentido compararlo con Calderón tiene validez. Eliot Calderón Necio ha caído en la misma trampa. No pueden vencer al enemigo sin estrategia, sin armas y con tus aliados metidos hasta la coronilla en el otro bando.

Preparado, dogmático, académico, recto, Ness hizo la tarea más complicada: meterse de lleno a descubrir los negocios ilícitos de los malos. Esa era su tarea y por eso fue contratado. Para que no se viera inmiscuido en tentaciones, armó su propio equipo y a duras penas pudo tener una decena.

Ness vivió 54 años y es famoso por organizar a Los Intocables. Este término hacía referencia a que eran incorruptibles. Curiosamente uno de sus elementos, al que más confianza le tenía, estaba coludido con grupos delictivos. Este hecho empañó a Ness ya que sus tales Intocables, no lo eran tanto.

También curioso, que el hombre que combatió principalmente la venta de cerveza clandestina, tenga una cerveza con su nombre.

A diferencia de la serie de TV y la película de Brian de Palma, el verdadero Ness tenía una vida personal inconsistente. Casado y divorciado varias veces, y con cambios constantes en empleos.

Fue contratado para acabar con Al Capone y medio cumplió el cometido al encarcelarlo por evasión de impuestos en 1932, después de un largo proceso. No cumplió su condena de 11 años y en 1939 fue liberado. Al Capone terminó pobre, demente y enfermó, y murió 10 años antes que Ness, en 1947.

Sin embargo fue cuando se le encomendó el caso de un asesino serial en Cleveland, cuando Ness vio su carrera ascendente rumbo a la caída.

No detener a ese asesino le costó su trabajo y sus aspiraciones políticas.

Para salir de ese bache, fue que escribió sus memorias, publicadas en 1957, el mismo año que murió. En 1959, hace ya 50 años, empezó la serie de TV, protagonizada por Robert Stack, que estuvo al aire 118 capítulos.

En la serie de TV hay asuntos también curiosos. Fue producida por Desi Arnaz y Lucille Ball (que en esencia hacía programas de comedia). Por cuestiones de derechos, no podía usarse el nombre de Al Capone. Y por otra parte, la voz del narrador en español, era nada menos que la del hoy laureado escritor, Álvaro Mutis.

Comparar a Calderón con Eliot Ness tiene muchas lecturas: la primera, ser incorruptible. Otra, que combatir violencia con violencia genera más violencia. Otra, que pese a sus esfuerzos, siempre habrá malos qué perseguir. Y una más, que el error de Ness de ser el protagonista como héroe, puede ser el mismo error que Eliot Calderón Necio.

Hay que ver quiénes serían sus Intocables, porque el que Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, vaya a estrenar una casita de 20 millones, no es lo que llamaríamos un buen ejemplo de incorruptible.

Pero fuera de la anécdota, tal como lo escribimos aquí, el verdadero impacto de las declaraciones de Obama (que puede ver completas en Epicentro Informativo)es que admita que la narcoviolencia en México, está fuera de control y se ha escapado de las manos de Calderón.

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