Jalisco fallido

Así como a nivel nacional el PAN de Felipe Calderón le hace guiños al PRI a través de acuerdos con Beatriz Paredes, Enrique Peña Nieto y el refinario Osorio Wong, en Jalisco es al vésre: el PRI hace lo que puede porque siga la hegemonía del PAN.

Los diputados del PRI acuerdan con el cardenal y acatan órdenes de la plataforma ideológica del PAN.

Nombran candidatos a diputados federales, locales, presidentes municipales, de quienes se sabe que hay nexos con irregularidades.

Nombran candidatos a ayuntamientos de la ZM Guadalajara con perfil débil.

Se pelean como verduleros entre ellos y sacan a relucir sus avaricias de poder y sus esquizofrenias políticas.

No respetan acuerdos previos y acuerdan con el PANAL, quien a su vez acuerda con el PAN.

Y en medio de nosotros lo (ciudadanos), parafraseando a López Velarde, el dinero como un dios.

Como vil pleito en la primaria, al estilo nos vemos a la salida, los priistas inconformes y rebeldes fueron aquietados fácilmente. ¿Cómo? Dándoles atole con el dedo.

Llegué a pronosticar casos inéditos en Jalisco: una ligera mayoría de diputados locales del PRI sobre el PAN, al menos 1 presidencia municipal de la ZM de Guadalajara con un priista, un regidor gay, un presidente municipal del PRD en la zona conurbada.

La evidente impunidad que hace cómplice al PM de Vallarta de un homicidio, cuya historia se muestra el portal de Epicentro Informativo, las alianzas entre fuerzas debilitadas, el desmembramiento para evitar una alianza más o menos fuerte, las injerencias directas de sindicatos, la iglesia, la universidad pública, hacen que Jalisco sea, como me lo dijo en su momento Porfirio Muñoz Ledo en entrevista cuando dirigía y conducía Pulso Informativo, un rancho azul.

Todos mandan en Jalisco pero en realidad nadie ordena. Mandan los cotos panistas de Emilio González, Eduardo Rosales, Francisco Ramírez Acuña, Jorge Salinas. Mandan los cotos priistas del Javierato (Guizar-Galván) –como lo titula el semanario Conciencia Pública-; mandan los otros priistas que reencarnan a un PRI desvalido en sindicatos, corporaciones. Un PRD acortado y maniatado por la UdeG, que busca quedar bien con el PAN. Partiditos (PANAL-Convergencia-PT-PSD) que juegan con limosnas del presupuesto. Mandan también el cardenal político Juan Sandoval y el político acólito Fernando Guzmán. Manda también Raúl Padilla del top 50 de la Gente bien del país. Esos y más que compiten por privilegios y componendas, mandan a la sociedad a ya saben dónde.

Mientras tanto, Jalisco pierde competitividad, fuerza, reacción. Jalisco es un rancho azul, un estado fallido.