lunes, abril 27, 2009

La mala influencia II o Se busca dr. House

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El costo de vidas y de asuntos económicos por la influenza en México es incalculable. No entiendo que de los 17 países que han reportado al menos un caso, sólo en nuestro país haya muertos. Y entre esos países –para que no le vendan que son no hay muertos porque son desarrollados- están Perú, Colombia, Costa Rica.

Tampoco entiendo que se alerte a la población y cuando las personas van a que les diagnostiquen, no haya suficiente personal o medicinas.

Tampoco entiendo que Calderón salga en cadena a nivel nacional para decir que es curable, y 24 horas después de su dicho, se reporten 90 por ciento más decesos.

Pero ya sabe que a toda pregunta, nuestros políticos responden con un problema.

Ya en la colaboración anterior le dio un recuento de las negligencias de nuestro $$ (Secretario de Salud de lujo).

Hoy me remito a contar una historia que tuvo su máximo despliegue el 10 de marzo. Hace más de 47 días.

Nos vamos a región Perote en Veracruz. Ahí hay una trasnacional canadiense que trabaja la industria porcícola. Recuerde que ésta es una influenza porcina. De puercos.

Pues bien, la gente del lugar se quejó de fecal. No de Felipe Calderón, sino de los desechos fecales de esa industria.

Las moscas, los puercos y todo lo que ya se imaginará, provocó que se enfermara de las vías respiratorias el 60 por ciento de un poblado de 3 mil habitantes. Algunos de ellos, se enfermaron y murieron de influenza.

Hubo desde luego denuncias, declaraciones, conferencias y las autoridades, reaccionaron con desdén y violencia.

L a historia completa se documentó en medios y hay más evidencias.

Cuando veo a gente con cubrebocas, preocupada, con miedo, cuando veo a las autoridades que un día dicen que es habitual y luego que estamos en el punto álgido, me pregunto qué hubiera pasado si alguien hubiera actuado a tiempo contra esa empresa.

Aquí estamos hablando de seres humanos muertos, de seres humanos asustados, de seres humanos mal informados, de seres humanos en la incertidumbre.

Calderón dice que la influenza es curable, pero parece que lo que no es curable es la mala influencia.

Se requiere de un doctor House que nos salve, pero no se ve uno a la redonda.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola Leonardo, muy buen día!!! Yo me pregunto ¿Quién se está haciendo rico con la venta y/o fabricación de los cubrebocas?

Aunque su precio es "barato" esta pequeña industria está en el auge al momento.

Podría describir la influenza como un fenómeno mediático, político, global y de salud... ¿Y la prevención a'pa?

Saludos y sería bueno que Dr. House y su séquito de ayundantes nos vieneran a rescatar...