De salinato a calderonato

Ahora más que nunca hay que fijarse en quiénes serán nuestros diputados.

Ya sabe: son 500. Por cada uno de los distritos van 300 y 200 llamados plurinominales. Son ellos, los diputados, quienes asignan y distribuyen presupuestos. Son los que marcan las prioridades. Pero, además, se encargan de darle leyes al país. En concreto, deberían facilitar las cosas. Pero ya sabemos que no es así.

Desde hace tiempo hay una pausa. Los tiempos del ejecutivo son distintos al legislativo. Ya no estamos en el salinato cuando entre 1992 y 1993 se aprobaron un montonal de leyes que hoy forman parte del quehacer político.

Eran otros tiempos.

Ahí el ejecutivo, o sea el Presidente, marcaba la pauta. Se hacía o se hacía lo que decía, y de ahí el famoso levantón de manos.

Para 2005, un diputado federal ganaba en sueldo: La Cámara de Diputados informó que la dieta neta mensual para los legisladores federales asciende a 69 mil 425.85 pesos, mientras por concepto de asistencia legislativa recibirán 25 mil pesos y por atención ciudadana, 25 mil 660 pesos.

Para 2008, un diputado federal ganaba en sueldo: De acuerdo con el documento, los legisladores perciben al mes 77 mil 888 pesos por concepto de dieta, 45 mil 786 para la asistencia legislativa y 28 mil 772 para sus actividades de gestión y atención ciudadana, que dan un total de 152 mil 446 pesos de percepciones y prestaciones a los legisladores.

Es decir, en tres años, un aumento de 23 mil mensuales; es decir, más de 19 por ciento. Mucho más que la gran mayoría de los mexicanos. Así que las prioridades de esos diputados van muy adelante de las necesidades de nosotros.

Es mucha responsabilidad votar por alguno para dotarle a esos hombres y mujeres de un buen futuro.

Esta próxima legislación tiene varios retos. En principio, se pretende reforzar la bancada del PAN con gente cercana a Calderón. Para el PRI, sería la plataforma de lanzamiento de su candidato a Presidente, Enrique Peña Nieto, El Gavioto.

El PRD que actualmente está en segundo lugar en cuanto a diputados, se suicidó políticamente y entre sus pleitos de barriada con ellos mismos y con el PT y Convergencia, tendrá una participación discreta, aunque dominarán al DF. Lo que quede del PRD apoyaría a Marcelo Ebrard, Mr. Freeze o a Jesús Ortega, papiruChucho. Y lo que haya del PT, protegerá a López Obrador. Convergencia, PSD, Nueva Alianza y el Verde, están listos para negociar con cuál se van.

Como el PAN no tiene candidato visible, aquí viene la prueba de fuego para la continuidad Fox-Calderón-¿

Esta semana estuvieron en Epicentro Informativo dos candidatos a diputados federales del territorio que usted y yo compartimos: Francisco Ramírez Acuña del PAN y Arturo Zamora del PRI.

Puede ver y escuchar las entrevistas aquí.

Ambos coinciden en reformas estructurales. Ambos saben que hay que modernizar la gobernabilidad del país. Ambos reconocen fallas en el sistema. Ambos tienen opiniones similares. La diferencia y el sustento del todo, será lo que hemos anticipado: el IVA a medicinas y alimentos.

La cúpula partidista panista no coincide con ese reclamo y no están dispuestos a ponerse la soga. Los priistas, o al menos Arturo Zamora, dicen que no van por ese IVA.

A este país le falta una reforma de Estado. Eso incluye cambiar el asunto electoral: Zamora dijo en Epicentro Informativo que hay que disminuir los pluris y hay que revisar lo de revocar el mandato. Ramírez Acuña y Zamora también creen en otras reformas: la laboral, la fiscal, la judicial.

Previo a la entrevista con Epicentro Informativo, Ramírez Acuña tuvo un altercado verbal con el dirigente priista Eduardo Almaguer, justo en las instalaciones desde donde transmitimos el programa. Zamora señaló que demostró legalmente ser víctima de la guerra del lodo, pero que las resoluciones llegaron tarde. Tuvo razón, pero ya para qué.

En Jalisco conocemos bien a los dos y ya tuvieron a su cargo mandatos importantes en presidencias municipales y uno como gobernador y el otro como casi.

Ambos tienen poderes externos que van más allá de un distrito: Acuña por el 10 y Zamora por el 4, los dos en Zapopan.

Por eso hay que fijarse bien por quién se va a votar y ponerle atención especial a los diputados.

Calderón se juega el futuro del país, la segunda mitad de su mandato, con una legislatura que seguramente será nuevamente una mezcla de intereses.

Efectivamente México requiere de reformas y cambios estructurales y de fondo. No podemos soportar más años de lo mismo. Pero los reclamos, las pugnas, los pleitos, todo previo, dan mala espina.

Hay que saber negociar, pactar, acordar. Dudo que Calderón tenga esa fortaleza. En el fondo él quisiera ser como Salinas y formar su calderonato, donde se cumpla lo que pida sin chistar. Ya no estamos para eso.