Según su propaganda, cuando los atacan, responden con propuestas.
Dónde encontrarán las propuestas cuando en ese operativo michoacano, siete de los 11 presidentes municipales detenidos son del PRI.
Últimamente los partidos se han encargado de hacerse daño a sí mismos, sin necesidad que alguien les eche lodo. Los desvaríos de De la Madrid, son sólo un ejemplo. Ahora sí que nada más falta que digan que la culpable de ese desliz fue Carmen Aristegui por ser periodista.
Los nexos de antes con el narcotráfico son el pan del PAN. Ramírez Acuña me lo dijo en la entrevista con Epicentro Informativo: los de antes no les dejaron nada de información. Sólo que aquí los de antes, eran los mismos del PAN.
La táctica de escupir para arriba no le ha funcionado a ninguno y nos confunden las acciones.
No dudo las ligas de una buena parte de la supuesta gobernabilidad michoacana con el crimen organizado, pero tampoco dudo que sea el único caso.
Para colmo, Leonel Godoy, gobernador de Michoacán, no ha sabido manejar el asunto. Al quejarse de la forma en que se hizo, en realidad está aceptando su complicidad a fondo.
Avisar antes del operativo era decirles que agarraran sus chivas y huyeran.
Hay un principio futbolero: cuando los jugadores no discuten con el árbitro, es que éste tiene razón. Si uno revisa las detenciones, en la mayoría de los casos se hizo tranquilamente y los presidentes municipales cayeron como corderitos.
Si la limpia de Michoacán fuera suficiente, estaríamos más que satisfechos, pero sabemos o suponemos que no.
Ya comenté lo que me dijo la periodista colombiana Renata Cabrales: llegó un momento en que más de la mitad del Congreso de su país había sido electo por miembros del narco.
Es hora de poner en la báscula a muchos de esos poderes que parecen imperturbables. Si once (aunque yo ya tengo datos que fueron 12) Presidentes Municipales fueron detenidos (más 2 que se escaparon) entonces si el gobernador Godoy no sabía, pues que mal. Y si sabía, pues peor.
¿Quién está a cargo de esos presidentes municipales? En gran parte del país, cuando son de oposición al gobierno estatal en turno, pasan al olvido. Pero eso significa que se mandan solos y que hacen lo que les viene en gana.
Si estos operativos no se extienden a otras partes del país, entonces sí pudo ser un operativo efectivo, pero mediático y electorero.
Los nexos denunciados contra el ex gobernador de Morelos, Sergio Estada Cajigal, deben investigarse a fondo, porque entonces la vara no se mide de la misma manera. Es curioso, pero las entidades panistas parecen escaparse del crimen organizado.
El reciente ejecutado en Jalisco es un ejemplo. Bajita la mano, en Jalisco ya llevamos varios casos semejantes pero la percepción es que aquí no pasa nada.
Calderón hace mutis en estos casos y sigue en su afán de decirnos que vivimos mejor en calderolandia o yunquelandia, como le decíamos. Como sea, ya lleva 12 mil 500 ejecutados.
El michoacanazo gate suena bien en muchos sentidos y si queremos pensar bien, es el golpe más claro contra las cloacas del crimen organizado. La qué bonita Familia de Michoacán resultó nido de víboras.
Pero no podemos pensar bien. Hacer esto en plena época electoral, justo después del espanto de la influenza (que parece ya olvidada) suena más bien al tema de la semana. Como quien dice, el chiste es demostrar que este gobierno es lo mejor del mundo y se va por etapas.
La re-jodidez de la recesión o la epidemia que de repente se paró, son ahora cambiadas por estas acciones.
El presidente Calderón nos ruega que hagamos turismo en México, pero lo que no nos enferma, nos mata.
Si es hora de poner las cosas en orden, bien. Pero que sea parejo y que se coloquen las cosas en su lugar. Una investigación a fondo de todos aquellos gobiernos que están coludidos con el narco. Pero si fue nada más para llamar la atención, entonces será un capítulo más de la Mil y Una Noches de Calderón (aunque en realidad lleva 909).
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