lunes, julio 06, 2009

Amor a la mexicana

La novelista Elizabeth McNeill le puso tiempo: el proceso del enamoramiento y pasión dura Nueve y media semanas. En nuestro caso duró nueve años y dos y medio días. Pasamos de la algarabía generalizada de aquel 2 de julio de 2000 al desencanto total este 5 de julio.

Fox, y ahora Calderón, pasaron a la peor vida política: el enojo y la nulidad.

La lectura de los resultados del 5 de julio, incluida la paliza al PAN en la ZM de Guadalajara, nos llevaría a la ineficiencia, al despilfarro y sobre todo a la prepotencia. Un gobierno que construye puentes sólo para negociar y no busca armar un puente con la sociedad, corre el riesgo de irse en picada.

Pero lo peor del enamoramiento no es que termine, sino que se olvide.

Hay un Epicentro que vale la pena colocar en la mesa: votamos por un instinto mesiánico.

Desde Huitzilopochtli nos hemos empeñado en dejarle la carga a una especie de Gran Salvador. Y a la hora de votar demostramos ese amor incondicional a aquel o aquella, que más temprano que tarde, termina con la magia.

Pasó en el 2000 cuando ganó Fox y se le dio el apoyo con diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales. Ocurrió en el 2004 con López Obrador, lo que le dio al PRD la segunda fuerza política. Ahora sucede con el regreso al PRI y con lo que se vislumbra: nuestro próximo Gran Guía será Enrique Peña Nieto.

Revisemos los resultados preliminares para diputados federales. PRI, casi 37 por ciento; PAN, casi 28; PRD, pasadito de 12 %

Con un abstencionismo de casi el 55 por ciento, más los anulistas, en cifras redondas, 60 de cada 100 electores potenciales prefirieron no votar, pero sí reclamar y gritar en silencio que las cosas no van bien. Y tienen razón, no van bien.

Calderón tendrá que dormir con el enemigo y aún con costumbres masoquistas, ahí sí la pasión termina en unas cuantas semanas.

Al estilo catafixia de Chabelo, muchos electores que le dieron en su momento el apoyo a AMLO, retornaron a su PRI de siempre.

En Jalisco la fidelidad al PAN fue un poco mayor, pero no hay quien aguante tanta improvisación, descuido y mentadas.

El PAN se autoflageló en Guadalajara y sus anexos con una quinceañera que resultó no era tan cándida, sino igual de mañosa que las anteriores. El PAN jugó sucio, mintió, dividió y entre ellos mismos, entre los propios panistas, se traicionaron.

La soberana paliza de Aristóteles a Salinas puede verse como un espejo o un encantamiento.

El Jorge apaleado no supo llegarle a la gente, convivir con la sociedad y lo peor para un político, no armó acuerdos con los panistas renegados que le voltearon la tortilla.

Al PAN goleado no le salieron sus cochinadas y se quedaron solos con el Voto Nulo de Emilio González.

Puede haber mil y una razones para que ahora Guadalajara regrese al PRI, pero si fue por la muchachada que se enamoró del Príncipe Rojo, sí existe el riesgo inminente de otra desilusión.

Tal vez algunas de las novias electoras de Aristóteles no pidan congruencia o trabajo, pero sí fidelidad. Cumplirle a todas y todos no es tan fácil en una comunidad que lleva siglos dividida más allá y más acá de la Calzada macrobusera.

Tal vez –también- a nuestra democracia aún la encampanemos con fotos y sonrisas.

Tal vez –nuevamente- aún falta actuar más con la cabeza que con el corazón.

Tal vez –por último- nos quedan esos genes que añoran por un Mesias que nos lleve al paraíso.

El cuento de hadas empieza ahora con otros colores, pero como diría un buen cuentista, Agusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

1 comentario:

Óscar Beltrán dijo...

Siendo objetivo y analizando lo sucedido: sí el PAN llegó al hartazgo de la población, si el PAN perdió credibilidad, si el PAN tiene los días contados. Sin embargo hay que aclarar que el PRI se alzó con un triunfo, esto implicaría tener la mayoría de la población a su favor, pero la realidad es que no es así, ni remotamente cerca. Si se habla de que la gente dejó de acudir a votar o que anuló el voto (que algunos tanto presumen con unas fotos por ahí), entonces entiendo que el PRI no es lo que la mayoría quiere. Se habla de que los fieles y devótos (hijos del cléro) que apoyan al PAN dejaron de acudir a votar y por lo tanto la elección se mide en los panistas que no votaron. Los que aprueban al PRI son algo así como un 25% del 100% total, esto e sindignante. El tipo Peña Nieto región macrobús invita a los que no votarón por él a que le brinden la confianza, en ese caso ha invitado a un 75% de gente incredula para que creen en él y su bello rostro. Me parece que se necesita un giro fulminante, Calderón está haciendo mal las cosas, pero hay que recorrer que en su tiempo logró la aceptación de la mayoría d elos mexicanos, lo que lo ubicó en un nivel histórico, ganó la credibilidad de países extranjeros con su hermosa y poetíca (vista a los ojos del señor) guerra contra el narcotráfico en la que es apoyado por gente como el Místico. Jalisco, es el estado panista que representa a nivel naciona ha dicho partido, es poer eso que el castigo es duro. Ahora el PRI se enfrenta a un problema, ya tiene el poder con su míniiiiiiimo apoyo y credibilidad, insisto las cifras con que ganaron son risibles, se viene que buscaran la gobernatura, pelea que acrecentará el ego de varios ahora ganadores que irán tras ese hueso, entiendase: El filósofo carita(Aristóteles), el amenazador Vielma, el reelegido Zamora y porque no? Miguel Castro.
De risa la política en Jalisco y en México en general. Los cambios deverian d evenir de la "izquierda", epro es increíble como no pueden poner de acuerdo de risa simplemente como se dan las cosas. Sólo en México apsa, a cruzar los dedos y firmar ante notario que se exigen resultados al PRI y sus nuevas modas, al PRI jóven, que debe dejar atras el consuelo de toda la vida: roba y deja robar. La gente, escasa, lo ha decidido haber hasta donde llegan. Yo pido y anhelo que un tipo cómo Peña Nieto nunca llegue al poder, por el bien de la imágen d eun´país que amo y llevó dentro, por la credibilidad de nuestro México.