lunes, julio 20, 2009

Mis aventuras espaciales

Sí, lo admito: yo sí vi la llegada del hombre a la Luna.

Dieciséis años después estaba en Cabo Cañaveral y fui el primer reportero en dar a conocer por dentro el entonces satélite Morelos. También me tocó cubrir todo el proceso de selección y viaje de Rodolfo Neri Vela, el primer (y único) mexicano que ha viajado al espacio.

También recuerdo haber entrevistado a Alexei Leonov, el primer ser humano en salir de una nave y pasear. Por ahí conservo su autógrafo de esa foto memorable de 1965.

Me chuté todas las series espaciales: Perdidos en el Espacio, Los Invasores y desde luego, Viaje a las Estrellas. También vi Mi Marciano Favorito y ya después, en cine, Star Wars desde el estreno de la 4 (que en ese momento era la primera de la serie).

Así con esos antecedentes yo imaginaba que eso de la era espacial iba a ser parte de mi futuro.

Un futuro en el que no participaría porque desde niño me di cuenta que me mareaba feo en la Rueda de la Fortuna. Así que decidí ser un espectador de las hazañas.

Viví de cerca (en la TV) todo el asunto del Apolo XIII y con nostalgia recuerdo aquel Apolo XVII que fue el último, con Eugene Cernan, que sigue siendo el más reciente ser humano en subir desde la Luna las escaleras que lo regresarían a Tierra. Eso fue en 1972.

De chavito podía decir de memoria los nombres de los doce astronautas que pisaron la luna de 1969 a 1972. Y de mis 3 viajes a la NASA obtuve material inédito.

En mis épocas reporteriles tuve la oportunidad de conocer al ingeniero Rojas, muy famoso en Televisa, quien me enseñó una película de 1965 o 1966, que él le presentó al presidente Díaz Ordaz, donde le mostraba cómo un cohete mexicano podía volar al espacio con tecnología propia. Ese material lo presenté en tele y demostraba que México contaba con lo suficiente para unirse al club espacial del mundo, en ese entonces muy limitado.

También gracias a este trabajo conocí, conviví y entrevisté a Ray Bradbury, famoso escritor de ciencia ficción, autor de Crónicas Marcianas.

Hoy ya pasaron 40 años de ese momento que recuerdo muy bien porque, sí, lo viví.

Pero ya que estamos en la Luna, no puedo dejar de pasar este poema de Sabines.

Tampoco puedo olvidar que mi papá fue extra en aquella película del hoy gobernador de California, Arnold Schwartzeneger donde viaja a Marte y resulta que perdió la memoria y acciones de esas.

Estas son mis aventuras espaciales.

Y aún creo que más allá de nosotros, hay algo más.

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