El 11 de junio http://leonardoschwebel.blogspot.com/2009/06/al-iva-va-y-el-robo-de-calderon.html y el 1 de mayo http://leonardoschwebel.blogspot.com/2009/05/influenza-para-curar-pemex.html señalamos la posibilidad que el IVA en alimentos y medicinas ahora sí sea una realidad.
Meses después, la tendencia nos da la razón.
En la realidad que muchos funcionarios no ven está el de la economía que nos hace salir a flote a pesar de los doctorados en quién sabe cuánta cosa de los expertos.
El mexicano sobrevive gracias a la informalidad, la piratería, el subempleo, las mordidas, las remesas, la clandestinidad y claro, las corruptelas.
Y sí, ninguno de esos casos reporta para el pago de impuestos.
Cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hablo con Felipe Calderón, le dejó en claro que el problema económico era la baja recaudación. Y así es.
Se pagan pocos impuestos, pocos somos lo que lo hacemos y todos los demás reciben los beneficios correspondientes.
Pero ¡oh sorpresa! resulta que si bien somos malos en recaudar, somos peores en aplicar. Un habitante medio en una ciudad como Guadalajara, debe pagar por seguridad privada, para que le surtan de agua potable, para que sus hijos tengan escuela, para gastos de salud, seguros y otras cosas. En cambio recibe obras inconclusas, calles con baches, alumbrado medio apagado, recolección de basura inconstante y más que usted conoce perfectamente bien.
Podrán recetarme las mil y una ventajas para que ahora, a cambio de nada, paguemos impuestos a la de a fuerzas, al aplicarse al consumo. Como lo anticipamos en Epicentro Informativo, las bancadas panistas de diputados y senadores se dirigen hacia el IVA a alimentos y medicinas.
Hagamos un momento de tregua y pensemos que sí, que esa medida nos beneficia como país. Se necesitan para avanzar: más refinerías, plantas de tratamiento de agua, mejora de drenaje, sistema de seguridad para que no haya chupagasolinas, Internet para escuelas en regiones apartadas, transporte más rápido y eficiente, impulso al campo, apoyo a la ciencia y tecnología, simplificación para la creación de empresas que generen empleos, esquemas de salud para todas las regiones. Esto además de fortalecer aquello de siempre: seguridad, educación y todo eso.
Pero ¿en qué se van nuestros impuestos? Los reportes se refieren a pagos de celulares, seguro de gastos médicos, viajes semanales donde se quedan con el cambio de pasaje de lujo por turista, eventos superfluos, telenovelas, teatros para shows.
Pero viene lo peor. Imagine que por gracia de Harry Potter, todo eso se termina y nuestros impuestos sí generan soluciones a nuestros problemas.
Si yo voy a pagar impuestos y además me surten el IVA en alimentos y medicinas, entonces me están diciendo que me vaya hacia la informalidad. Dicho así, mejor me paso al bando de los otros, al fin que a ellos ni los tocan.
En ese terreno, me saldrá más barato ser pirata, cobrar debajo de la mesa, caer en la tentación de la corrupción y de paso irme de aquí y buscar dólares como sea y repartir remesas. En síntesis, dejo de pagar impuestos, dejo de ser cautivo, dejo de mantener a los demás y prefiero ser quien reciba las ventajas de la ilegalidad.
Bajo esas condiciones, no me dolerá comprar un CD de 20 pesos en lugar de pagar 200, al fin que lo demás lo cubro cuando coma y me enferme.
Aunque los futuros diputados del PRI que entrevisté en los medios de Epicentro Informativo me juraron y perjuraron que no votarían por ese IVA, más vale estar prevenidos por aquello de las alianzas y el cobro de cuotas.
A falta de ideas, más impuestos; y pensar que con nuestros impuestos, esos especialistas cobran por dar soluciones. Así que conmigo no cuentan. No me convencen. Pagar IVA en alimentos y medicinas es mantenerle sus linduras a los 500 diputados que el 1 de septiembre tomarán posesión.
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