Grilla panamericana

Aunque faltan dos años, hoy nadie puede asegurar que habrá Juegos Panamericanos en Guadalajara.

Ya pasó antes. Cuando la sede tapatía estaba prácticamente amarrada para 2003, se vino abajo por intereses económicos. Esos mismos motivos, los del dinero, son los tambalean la organización, esencialmente porque todos quieren el pastel, no la rebanada.

Pareciera que todo empezó mal por un a falta de visión y planeación. Desde siempre se cuestionó que la vocación social de Guadalajara tendría que transformarse.

El triunfo del PRI en la zona metropolitana de Guadalajara y el repentino interés de la Universidad de Guadalajara por el deporte, provocan que en el mismo PAN se da por sentado que no habrá evento y que si se logra, no van regalar un botín por nada.

Guadalajara no tiene la infraestructura para organizar algo de este nivel. Para que haya un margen de maniobra, debe haber como una preparación adecuada. La misma gente aún no capta en su dimensión los beneficios de ser sede.

Frenar el crédito de mil millones y que haya sido a través de la fracción del PRI en el ayuntamiento de Guadalajara, pone en duda la movilidad política. No es que no quieran los Juegos o que no les lata la Villa o que estén en contra del deporte. Su negativa a más endeudamiento y las declaraciones del presidente municipal electo, Aristóteles Sandoval, en el sentido que la Villa no estaría en el lugar adecuado, tiene la lectura que el PRI quiere saber de qué color son los dólares que le tocan.

Desde mediados de 2006, cuando se oficializó la responsabilidad de Guadalajara, quedó claro el compromiso: En su proyecto, Guadalajara ofrece construir una villa deportiva de 1.400 habitaciones que costará unos 80 millones de dólares, además de sumar otros cien millones de dólares en inversiones de infraestructura deportiva y urbana.

Previo a esto, decíamos, ya Guadalajara supuestamente se preparaba para la gran fiesta deportiva. Si bien el 6 de diciembre de 1998 perdió con Santo Domingo para los Panamericanos 2003, uno pudiera suponer que traemos ese espíritu de tener nuestros juegos aquí desde hace más de una década.

La realidad es que no.

Hay apatía de la gente, poco convencimiento, fugas de información, falta de planes concretos, no hay un concepto integral de transporte, comercio, urbanismo.

La mercadotecnia ni sus luces y a todo esto se suma que Calderón dijo no a dinero para la Villa.

Efectivamente a nivel juvenil ni quien nos gane, pero esas 10 generaciones de competidores triunfadores se ha diluido en una organización federal deportiva que no tiene forma.

La Ciudad de México fue la sede principal de los Juegos Olímpicos de 1968, de los Mundiales de 1970 y 1986, de la Universiada 1979 y de los Panamericanos en 1955 y 1975. Es decir, llevamos años sin ser protagonistas de un acontecimiento así.

Para Emilio González, pese a todo lo anterior, no hay problema: "Hay algunas instalaciones mayores que deben iniciar ya este año su construcción. Hay algunos tiradores porque hubo muchos competidores para hacer los Panamericanos de 2011, pero nosotros los ganamos y no los vamos a soltar".

Sin embargo ya amaga con no Panamericanos en Guadalajara: "El Gobernador dejó en claro que si en octubre no inicia la construcción de la Villa como está planeado, Guadalajara estaría en serio riesgo de cancelar la sede de los Juegos Panamericanos 2011, desafiando a los priistas de esta posible decisión."El Estado está construyendo junto con la Federación los estadios, los vamos a tener listos, pero si los regidores del PRI no aprueban el recurso para la construcción de la villa, no habrá Panamericanos, y entonces que estos actores políticos le expliquen porqué boicotearon el trabajo de todos los deportistas y de todos los que durante muchos años han trabajado para traer estos Panamericanos", expresó".

Sin inversionistas a la vista, con el PRI y la UdeG muy voraces, los Panamericanos, para bien o para mal, serían una plataforma para el lanzamiento del gobernador de Jalisco a otras latitudes, léase candidato del PAN a la Presidencia.

Como siempre al cuarto para la hora se pretende hacer lo que Guadalajara no ha podido en años.

Ya hay quienes levantan la mano para sede alterna y a 799 días, nadie puede asegurar algo claro.