Más vivo que bonito

Mi querida Adela Micha lo definió mejor que nadie: “salió más vivo que bonito”. Se refería al tal Juanito, que ahora quiere ser presidente de México.

Y sí, puede serlo.

Cualquiera que lo dude recuerde que así, como de la nada, con cobertura mediática en todos lados, con medio país haciéndole caso y la otra mitad repudiándolo, comenzó el fenómeno Vicente Fox, y así se demostró que cualquiera puede ser el mandamás de aquí.

Juanito le vio la cara a todos y detenerlo ahora será darle alas. Y normalmente quien tiene alas, se vuela.

El poder se hizo para ejercerlo y no es menor ser delegado en Iztapalapa.

En datos del conteo de población 2005, Iztapalapa superaba 1.8 millones de habitantes, mientras que Guadalajara andaba por 1.6 millones.

La mejor manera de describir a Rafael Acosta Ángeles o Juanito es conocerlo en esta breve pero sustanciosa entrevista.

Después de haber revisado su curriculum, la primera pregunta es cómo un Partido lo escogió de candidato.

Entra al quite en esta película, que aún no sé si es de terror o comedia, Clara Brugada que sí tiene más colmillo en eso de la artisteada política.

Total, antes de las elecciones del 5 de julio, López Obrador hace jurar y perjurar al tal Juanito y hasta le hace rendir protesta con brazo firme, que cuando gane la delegación, se la entregaría a Clara.

Ya que vio de qué tamaño es el pastel, entonces quiso comer más.

La segunda pregunta es cómo si en este país no se aceptan candidaturas independientes, sí hay autoridades electorales que permiten personajes así.

O sea que sí usted estuvo en la cárcel y tiene antecedentes penales por X delito, no puede entrar a trabajar en una empresa, pero sí puede ser delegado en el D.F.

Después de ese cotorreo de la toma de protesta, resulta que el tal Juanito, gana.

Y gana bien. Los documentos señalan que el Partido del Trabajo (PT) ganó con más de 31.18 por ciento de votos la jefatura Delegacional en Iztapalapa.

Viene la pregunta tres: ¿cómo es posible que alguien vote por Juanito?

Aquí está la foto que atestigua cómo celebran unidos y con la mano levantada, Alejandro Encinas (que será el coordinador de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados), Clara Brugada (que no fue la candidata del PRD a Iztapalapa) y el tal Juanito.

Pero, ¡oh sorprise! resulta que a Juanito se le empiezan a ocurrir brillantes ideas.

Primero, que cobraría 1 ó 2 quincenas, para solventar los gastos.

Segundo, que sí entrega la delegación, a cambio que en los próximos cargos, esté la mitad de su gente.

Y ya así como que cambia todo.

Olvídese de las promesas de campaña, de los avances a la población, de los compromisos con la ciudadanía, aquí lo que rifa es la lana y parece que a Juanito eso de cobrar sin hacer nada, como que ya le está gustando.

Y ser delegado es un buen negocio. Imagínese que usted es de la bola de Juanito y le toca, de ese 50 por ciento, el trabajito de las licencias. La tajada suena interesante.

El delegado en Iztapalapa se lleva 98 mil mensuales según esta entrevista con Juanito ya que la página de Internet de esa demarcación, no tiene esos datos o no los vi.

Ya a estas alturas, el tal Juanito es una celebridad. Todas y todos los grandes comunicadores de México, del D.F. lo han entrevistado. Sale todos los días en los periódicos y en los noticieros.

Y ya se destapó para el 2018, no el 2012, asegurando que ganaría. Y lo peor es que sí ganaría.

Cuando Fox empezó su andanada me hice las mismas preguntas: por qué un partido lo postularía, por qué la autoridad lo acepta y por qué alguien votaría por él. Ya sabemos el resto de la historia.

Las mismas burlas y amenazas ya sonaban con gente así.

Ojalá usted tenga las respuestas a estas y otras preguntas, porque teniéndolas, uno (o al menos yo) entendería por qué estamos como estamos.

Sí salió más vivo que bonito y ahora quién lo aguantará.