miércoles, septiembre 02, 2009

Monólogo y sus 10 mandamientos

Aquí tiene el III Informe de Calderón para que lo lea completo.

Insisto y confirmo que será el último. El último donde pueda lucirse y hacer su monólogo.

Y así, hablándose y aplaudiéndose él solo, pues digamos que le salió bien. Las expresiones de apoyo y desacuerdo quedan entre líneas, sobre todo con actitudes de ciertos personajes de la llamada izquierda: el aparente “aquí estoy “ de Marcelo Ebrard, el claro “aquí no estoy” de Carlos Navarrete, que con eso se estrena como interlocutor “institucional” del senado, y el “no me quieren aquí” del fachoso de Fernández Noroña.

Hay una especie de costumbre, común en la sociedad, que consiste en presentar un argumento basado en “los demás tienen la culpa” o en el “me dejaron la casa tirada”. Ambas premisas pueden ser válidas salvo con un detalle: este es el III Informe y la memoria social es corta.

Y en ese tono de “yo no tuve la culpa”, Calderón nos recetó sus 10 mandamientos.

1.- Concentrar la fuerza y los recursos del Estado mexicano para frenar el crecimiento de la pobreza.

2.- Alcanzar la cobertura universal de salud.

3.- Educación que verdaderamente promueva al ser humano a plenitud

4.- Reforma profunda de las finanzas públicas

5.- Reformas en las empresas públicas del sector energético

6.- Reforma al sector de telecomunicaciones

7.- Transformación en el sector laboral

8.- Reforma regulatoria de fondo

9.- Lucha contra el crimen organizado y por la seguridad de los ciudadanos

10.- Reforma política de fondo

Aunque en el fondo no dice nada concreto y se reduce a hacer un diagnóstico de lo que todos vivimos, es prudente preguntar ¿entonces qué ha hecho en estos casi tres años?

Y ese cuestionamiento tiene una razón: ¿nadie le dijo que éste era el III Informe? ¿No se parece al primero? ¿Y a qué hora planteó eso que se le olvidó en el I y II?

Sin permitir que nadie perturbe su discurso, Calderón comete el error de no impedir que alguien lo interpele o le cuestione.

Lo malo de un sexenio (o lo bueno, según lo vea) es que dura seis años. Pero en esa matemática simple hay que poner asteriscos.

Sí, los sexenios duran seis años, pero en política duran menos.

Es un primer año de acomodos, reacomodos, estrategias, pruebas, marcar el estilo.

Uno segundo de programas, un tercero de realizaciones, un cuarto de consolidación, un quinto de resultados y ya. Y ya porque para el sexto estraá ya en el candelero el otro Presidente a recetarnos su verborrea.

Así, aunque cobran por los seis, los sexenios de seis años de los presidentes de México en realidad son de cuatro, quitando en esencia el primero y el último año.

Dicho así y ya que el primero aquí en realidad fueron tres, queda el cuarto y el quinto.

Por eso insisto y repito que en realidad este sexenio ya acabó.

Ya para el cuarto Informe, si es que hay con Calderón, será seguramente para echarle otras culpas a otros demás (la crisis planetaria puede ser).

Sólo que los demás cada vez son menos: la crisis internacional y la influenza se llevaron los honores en éste.

Calderón no tiene mas que aguantar lo que viene: los indicadores nacionales e internacionales nos ponen en la fila de atrás.

México no pesa en lo político, social, artístico, deportivo. Hemos perdido presencia y referencia. Ya no somos ni paraíso fiscal, ni maquiladores exprés, ni reyes de las remesas, ni presumimos de paz social. Mucho menos gigantes de la CONCACAF.

Calderón, con sus actitudes egocéntricas, efectivamente, gira en su propio eje y no entiende que para lograr avanzar, debe cabildear, negociar, ceder.

Le gusta el protagonismo pero no tiene estatura de galán de telenovela. Debe dejar que sus secretarios hagan sus trabajos y deslinde responsabilidades.

Calderón doctor falló porque ahora se le mueren más pacientes por influenza que antes.

Calderón policía falló porque no ha disminuido el crimen organizado, y los ejecutados de ahora superan a los ya ejecutados.

Calderón político falló porque no intercala, ni acuerda.

Calderón verde falló porque la sustentabilidad que nos ha vendido, no ha sido comprada.

Calderón Presidente falló porque en su III Informe se le olvidó decir que hay más violencia, más deuda, más pobreza, más desempleo y menos salud, menos educación, menos armonía.

Ya van varias veces y varios liderazgos que advierten de estallidos sociales.

El pueblo mexicano es paciente y entregado, confiable y fiel, pero también tiene un límite.

La política económica también ha fallado. Somos más los que tenemos menos y vemos cómo se desperdician dineros en eventos como éste lleno de magnitud.

Cuando dijo “austeridad” debió ver el despilfarro de su monólogo.

Este jueves habrá debate del Informe con representantes del PRI, PAN, PRD en interneTV Epicentro Informativo a las 8 de la mañana en www.epicentroinformativo.com

Ahí los espero con sus comentarios.

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