miércoles, septiembre 09, 2009

Pa que te asustes

Si es pa que te asustes, lo lograron.

El nuevo paquete económico para solventar la mentada es una prueba más que a menos imaginación, mayores impuestos. Y desde luego, nada de bajarse el sueldo aquellos funcionarios que cobran como expertos.

Los voceros de la Presidencia en varios medios de comunicación han insistido que, por ejemplo, el nuevo impuesto de 2 por ciento en todo, nada que ver con un IVA generalizado o que vaya a ser inflacionario. Según las cuentas de cualquiera, 2 % en todo, es 2% en todo.

Diría Benedetti:

cómo nos ensartaron
con la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

Pero además es un impuesto con todas las de la ley democrática: el presupuesto sólo plantea un incremento del 0.3 por ciento a las entidades, siempre y cuando acepten la propuesta del Ejecutivo.

Pero además no es equitativo: se incrementan las tasas del ISR de empresas y personas físicas de 28 a 30 por ciento.

Es decir, nuevamente atrapan a los cautivos, a los que religiosamente destinan casi la tercera parte de su jornada laboral a ensanchar las arcas gubernamentales. Si gana más de 6 mil al mes, le toca este asunto.

Antes usted destinaba 134 minutos de sus 8 horas de trabajo para pagar impuestos; ahora serían 144 minutos al día, o sea 2 horas 24 minutos haciendo lo que haga nada más para pagar impuestos. A cambio de eso usted tiene que pagar su vigilancia, comprar su agua potable para beber, darle propina al que le cuida el coche, pagar sus servicios, su salud, la educación de sus hijos.

Beber cerveza y fumar, saldrá más caro. También usar celulares y ponerle gasolina al auto.

A cambio de eso, el Gobierno Federal espera recaudar 393 mil mil millones que superaría la cifra mágica de 300 mil millones estancados en el shock financiero que admitió el secretario de Hacienda, el mismo que dijo a principios de 2008, que la tal crisis no era para tanto y no nos pegaría duro.

Para que las cuentas salgan mejor, habrá un endeudamiento de 60 mil millones, que sumado a otros préstamos internacionales, nos regresa a esos tiempos donde todos los mexicanos debemos por algo que no tenemos.

Calderón recortó 3 secretarias prioritarias: Turismo, que en los debates como candidato a la presidencia calificó como la principal fuente de riqueza para no depender tanto del petróleo. Otra, Reforma Agraria, que pone al campesinado en condiciones más infrahumanas. Y la tercera, Función Pública, la única que medio checaba los dineros, que ahora se convertirá en Contraloría que la propia presidencia va a controlar. O sea, ellos se controlan a sí mismos.

Los Criterios Generales de la Política Económica para 2010 prevén un crecimiento de 3 por ciento del Producto Interno Bruto y una inflación de 3.3 por ciento, así como una estimación de 53.9 dólares por barril de petróleo, pero con una caída de 2.6 millones a 2.5 millones de barriles diarios en la producción.

Con baja producción y más impuestos, lógicamente la cosa se pone peor.

Si bien se mantiene la disminución del 10% en los salarios y prestaciones de mandos medios y superiores, hay que ver de qué tamaño son los demás reajustes que provocarán desempleo en la burocracia.

En ningún punto se aborda el combate a la informalidad o piratería, ni mucho menos a los recursos producto de la criminalidad o a la revisión de remesas.

Sí en cambio nos pone a todos en el terreno del sospechosismo: aumenta la tasa de los depósitos en efectivo de 2 a 3 por ciento y se reduce el monto base de 25 a 15 mil pesos mensuales.

Desde siempre el discurso de combate a la pobreza ayuda a meternos esta camisa de fuerza.

Los resultados es que los pobres siguen siendo pobres y la marginalidad aumenta.

No hay soluciones a fondo ni poner en la mesa asuntos estructurales. Vendrán los quites y pones de los diputados y los amarres políticos.


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