El Colomazo (cobrar por ir al Bosque Colomos de Guadalajara) se une a esas prácticas ancestrales donde cualquier motivo para sacar lana al prójimo se convierte en acción gubernamental. Seguramente alguien que decide fue a caminar o correr por ahí, sacó cuentas y vio que era un gran negocio. Efectivamente, si uno es capaz de comprar unos tenis de moda por $1500 o un juego de pants por $1200 y después del ejercicio tomarse unas de esas bebidas energetizantes por $15 ó $25 pesos, no debe tener problema para que si ahora les cobramos $4 por entrar, que sean mejor $7 , y si traen auto, o sea que son ricos, pues que paguen otros $10, de cajón.
Aquí el pequeño problema es que ya se les está siendo costumbre que gobernar es hacer lo que se me pega la regalada gana. Y ya como que uno no está para eso. Cobrar por irse a oxigenar, divertirse, tener más salud o simplemente por gusto, el gusto de hacer un rato lo que a uno se le pega la gana.
Las voces en contra no van sólo por 3 mugres pesos más sino por la acción concertada y a todas luces sin sustento. Es darle legalidad a lo ilegal. Ya al rato nos van a cobrar por pasear a la novia a Plaza Liberación, pero mejor no doy ideas.
Es un buen momento para ir viendo de qué se trata todo esto. No podemos ser los cómplices de acciones que atentan con nuestra libertad. Es increíble que en países donde el capitalismo es su religión, como en Estados Unidos, que no cobren por ir a un museo y mucho menos por estar en un parque. Ya que a nuestros funcionarios les encanta ir a Portland, famoso por sus parques, les recuerdo que ninguno cobra o Central Park de Nueva York o Chapultepec del DF o Metropolitano y Centinela de Zapopan. Nada justifica el cobro y mucho menos, jugar con los demás.
1 comentario:
Es un abuso de los panistas y por ahí está además la propuesta idiota de cobrar más a los extranjeros la entrada al Hospicio Cabañas (por ahí alguien en la radio oportunamente preguntó: "¿y si el visitante es guatemalteco?").
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