viernes, abril 11, 2008

Epicentro de Leonardo Schwebel

Somos testigos de una nueva edición del clásico.
El clásico...López Obrador vs. Calderón.
Cuando ingenuamente pensábamos que las cosas estaban, de repente las huestes toman fuerza y están dispuetos a demostrar quién manda...quien manda en este país.

Las tomas camarales no le han salido bien mediaticamente a AMLO pero en el sustento hay razones y racionamientos. Cuando el propio ex candidato (o candidato perene) habìa aceptado aquiatar sus movilizaciones pacíficas (así las llama), y hasta en el Senado aceptaron abrirle sus exclusivas puertas, resulta que por debajo de la mesa, con el mantel ya bien puesto, el lado Calderón quiso meter la iniciativa antes del debate.

Al viejo estilo villista de primero maten y después veriguen, la idea era o es, primero reforma y después debate. La reacción AMLO disfrazada de senadores y diputados, aunque no estén a favor de las formas, fue inmediata y pasaron de la resitencia civil con todo y adelitas al tsunami polìtico como bien lo narró Fidel Samaniego en MEDIOS UDG NOTICIAS.

Sigamos pendientes de este clásico mayor, donde los aficionados están más divididos que nunca y no hay árbitro que los ponga en paz.

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