lunes, junio 09, 2008

Pizzas y Notas

Epicentro de leonardo Schwebel

Invitado al CUCSH y al municipio de Atotonilco el Alto, nuevamente entré al tema de la libertad de expresión. Cuando se me invita a hablar de eso, siempre empiezo con un chiste sangrón: la libertad de expresión sí existe en México, pero tengo prohibido hablar de eso.
Las corrientes actuales indican que el periodismo de investigación está en vías de extinción. Gana el sensasionalismo y más que eso, la improvisación. Desde luego está también el dolo. En su reciente edición, una revista de circulación nacional que tiene un suplemento de Jalisco (y ejerzo mi derecho a no darle publicidad), dedicó 4 de sus 16 páginas, la cuarta parte, a dar una vez más cuerda al tema de la renuncia del doctor Sánchez Ruíz como Ombudsman de los medios de la Universidad de Guadalajara. En ningún fragmentó se contó que hay un nuevo Ombudsman, que hay seis Consejeros (2 periodistas -elegidos por los medios convocados-, dos académicos especialistas y doctorados en asuntos de medios de comunicación, y dos ciudadanos activistas, con participación en medios), que ya hay una propuesta de procedimiento. Desde luego en todas estas páginas no existe una letra que refiera la postura tan largamente expresada aquí.
Defiendo entonces, el derecho que cada medio tiene para dar cuenta de sus historias y podría señalar que se le da preferencia a un tema para ocultar otro. Pero la polémica, una vez más, se centra -y así lo dije cuando me invitaron a esas conferencias- que el periodismo real debe basarse en conocer todos los lados de un hecho.
Pero más que eso, el periodismo debe su expresión en libertad cuando da a conocer una noticia y no cuando relata lo que todos ya saben.
Ahora se abusa en los calificativos, se abunda en análisis y se deja poco a conocer qué pasó.
La persecución de declaraciones se ha convertido en la cobertura de la fuente y quien capte un resbalón, ya la hizo.
Ahora bien, la pregunta es por qué. La respuesta se debe a lo que sucede a diario...anaqueles llenos de periódicos y mayor preferencia de música por noticieros en radio...más rating en big brothers que en géneros periodísticos, cada vez en desuso.
La televisión nacional, con sus aristas, dedica dos horas a la semana a la investigación y la local, prácticamente nada, salvo la excepción de Más que Noticias y Territorio Reportaje.
En esas prácticas es fácil equivocarse sobre todo porque sí hay una necesidad de captar más público.
Los medios ya no tienen recursos para pagar investigadores y los reporteros ganan tan poco que deben circular por varios medios para sobrevivir. Otros optan por vender sus programas y con eso irla llevando.
En el caso de los periódicos y medios que están en municipios como Atotonilco el Alto, Jalisco, la sobrevivencia se basa en los recursos gubernamentales. Así lo dije: es como si al hacer un negocio de pizzas, nuestro principal cliente son las oficinas del palacio municipal. Ahí se corren riesgos de caer en tentaciones.
El tema da para más pero por eso hay que exigir que que quienes hacemos algo por los medios tengamos el mínimo respeto por la gente que tan amablemente nos presta su atención. Yo con esto termino el debate. Me doy por vencido. Cumplí la recomendación y cumpliré con ser más preciso en mis apreciaciones. La lección que aprendí es que hay mejores historias qué contar.

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