jueves, septiembre 04, 2008

Paradoja

Epicentro de Leonardo Schwebel

La paradoja del caso Vizcarra es que en uno de los escenarios puede regresar a la Presidencia de Tonalá y hasta pagarle sus vacaciones en Los Ángeles.
Y si todos sabían que andaba por allá, por qué hasta ahora. Por qué en el momento que el joven Ordoñez andaba de limpia en su municipio. Por qué justo cuando hay que rendir cuentas.
Este alboroto pone también en jaque a los medios, donde Vizcarra ya ha sido juzgado y condenado. Pero....legalmente hablando no se le ha fincado un delito o una culpabilidad.
Es de risa y de llanto, pero regresamos al origen de las cosas en ese lugar que muchas veces llamé municipio autónomo, porque se saltan las reglas por ya saben dónde.
La realidad es que hay que demostrar legalmente que Vizcarra tuvo que ver en el asesinato que se le imputa como autor intelectual. Ya demostrado, entonces sí, llevarlo a la hoguera mediática.
Nuestro reportero Rodolfo Chávez apunta en su reportaje que podrá ver el próximo sábado en Más que Noticias: "La captura de Omar Melquiades Preciado, director de inspección municipal, de Ricardo Sigala Orozco, ex secretario general del Ayuntamiento, y de otros involucrados en el asesinato de Carlos Romo Guízar, abrieron la puerta para las acusaciones en contra del presidente municipal y contra el que sería su brazo derecho, Ricardo Sigala, quien también ha clamado inocencia y asegura que sería todo a consecuencia de sus acciones de gobierno".
Desaforado y castigado políticamente, ahora empieza la relectura de una novela cuyo final sigue en duda.
El propio Rodolfo Chávez concluye: "Jorge Vizcarra, ante el Juez, tendrá la oportunidad de exponer sus razones y presentar las pruebas que siempre ha asegurado tener en su favor. Ahora solamente falta la detención de Miguel Magaña. Exdirector de la Policía Municipal de Tonalá, para que se redondeé el caso".
Juzgar mediáticamente es un juego peligroso. Como en el caso Vizcarra, yo creo que O.J. Simpson mató a su esposa, pero no se le encontró culpabilidad legal. La obligación periodística es guiarse por al menos dos fuentes: los que dicen algo y lo que dice un órgano oficial.
En este y otros temas, hay que esperar lo que dicen los que firman con esa estampa oficial.
Sabemos, además, que en ese entramado hay asuntos políticos que pueden manipular las cosas. Pero eso ya es otra historia.
Como en el caso Stanley, otra prueba mas del enjuiciamiento de los medios, primero hay que ver qué pasa. Después vendrá el análisis.
Por lo pronto no hay que dejar de lado la paradoja: Vizcarra libre, con sueldos caídos y bien rasurado.

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