lunes, octubre 13, 2008

México 68 tercera parte

Epicentro de Leonardo Schwebel

En Mbulu, Tanzania, el censo más reciente, de 2002, señala que había poco menos que 240 mil habitantes. Seguramente en 1968 la cifra era menor.
Ahí, en 1938, nació John Stephen Akhwari.
Akhwari tenía 30 años cuando compitió en la maratón de los Juegos Olímpicos de México.
Era menor que Abebe Bikila, el etíope ganador de la competencia de 42 kilómetros 195 metros en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y Tokio 1964. Al kilómetro 18 del certamen, Bikila, el gran favorito, se retiró liderando. Tenía roto un hueso de una pierna y el dolor le impidió terminar. En el año 1969, el atleta se vio involucrado en un accidente de autos cerca de Addis Ababa, en Etiopía, que le produjo una parálisis total del cuerpo desde el abdomen hacia abajo. Bikila nunca pudo reponerse totalmente del accidente, y falleció a los 41 años de edad en 1973.
Akhwari era mayor que Mamo Wolde, etíope, 26 años, medalla de plata en 10 mil metros en los mismos Juegos Olímpicos de 1968. Demisse "Mamo" Wolde, ganó fácilmente la maratón con más de 2 horas 20 minutos. En los Juegos Olímpicos de Munich 1972 quedaría tercero y se retiró de las competencias. En 1993 fue arrestado y encarcelado bajo la acusación de haber participado en el asesinato de un opositor durante la dictadura de Mengistu Haile Mariam (1977-1991). Wolde argumentó que aunque estuvo presente cuando se cometió ese crimen, no participó en él directamente. Amnistía Internacional, para la que nunca existieron pruebas de que Wolde estuviera implicado en violaciones de los derechos humanos, denunció varias veces su caso. También el Comité Olímpico Internacional se interesó por su situación ante las autoridades etíopes, pero no lograron nada positivo. En enero de 2002 fue puesto en libertad, aunque ya se encontraba muy enfermo. El 26 de mayo de ese mismo año falleció en su casa de Addis Abeba. Tenía 69 años.
Akhwari era uno de los tres representantes de Tanzania en los Juegos Olímpicos de México 1968. Una hora después de que llegara Wolde, cuando ya el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria estaba casi vacío, a paso lento y con la pierna derecha vendada, completó la prueba.
¿Por qué no se rindió como tantos otros? Dijo que su país no lo envió 8 mil kilómetros a empezar una carrera sino a terminarla.
Este atleta pasó a la historia por ser ejemplo de pundonor. La escena de su triunfo personal es la que más tiempo le dedica la película oficial dirigida por Alberto Isaac.
Le invito a recordar este momento inolvidable gracias a YouTube en:
http://www.youtube.com/watch?v=Hq3rOMnLGBk
John Stephen Akhwari tiene 70 años. Está vivo y en los recientes Juegos Olímpicos de Beijing, fue uno de los que llevó la antorcha representando a su país, Tanzania. Con algunos errores de datos, pero aquí está Akhwari, 40 años después de su hazaña
http://espanol.cri.cn/161/2008/04/17/1@151348.htm
Su nombre se une al de otro tanto de triunfadores de aquel 1968 olímpico. Muchos de ellos han sido recordados en este Blog como parte de esas memoranzas que me tocó vivir.
El ejemplo de Akhwari sigue vigente: nunca olvidar culminar la meta, aunque termines en último lugar.

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