jueves, noviembre 06, 2008

Kamikaze

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

La frase, como señalamos ayer, fue acertada: no se descarta que haya sido accidente. La dijo Téllez, el Secretario de Comunicaciones. Y no descarta que haya sido accidente porque la opinión pública lo ve como un atentado. Ver encuesta en http://www.epicentroinformativo.com/
Aquí lo dijimos y a quienes me lo han preguntado les he dicho que sí, todo apunta a que fue un accidente. Un accidente muy raro. De esos que no pasan hasta que pasan.
Algunos datos.
El jet iba a 9 mil y pico de pies cuando iba en descenso para aterrizar. Esto significa casi 3 mil metros de altura, a una velocidad de 180 nudos (333 kilómetros por hora).
Lo último que se oye decir es que el piloto acepta y se da por hecho que acata la solicitud del controlador aéreo de bajar la velocidad.
Ahora resulta que había tráfico con aviones más grandes y que uno de ellos empujó al jet hacia abajo.
Si uno ve el radar y escucha lo que se dice, jamás hay una indicación de peligro o de descuido. El mismo piloto acepta sin sorpresa ni extrañeza.
Vamos, era una rutina. Algo que hacen miles de veces (controlador y pilotos) todos los días.
De repente el silencio.
Dos veces y silencio.
Eso significa que ahí algo pasó. ¿Qué?
Cuando un avión deja de transmitir por radio, tiene combustible (de ahí que cuando chocó la turbosina se espació en los autos) y no hay aviso previo de falla, o sucedió algo extrañísimo o hubo una versión moderna de un kamizake, que por cierto significa viento divino en japonés, y que los japoneses llamaban Shinpū tokubetsu kōgeki tai http://es.wikipedia.org/wiki/Kamikaze
Irse para abajo sin maniobrar, sin tratar de hacer algo, a 3 mil metros del suelo, es como decir que la nave se quedó sin piloto. Como si un switch apagara el radio y dejara sin hacer algo a la tripulación y controladores, que pudieron alertar a los demás aviones que iban en fila que perdieron contacto con uno para que estuvieran pendientes o bajaran velocidad.
Sólo que en ese jet iban 3 responsables. El piloto Martín Oliva, el copiloto Álvaro Sánchez y un tercero, un militar, el jefe de ayudantes del EMP, capitán Julio César Ramírez Dávalos http://web.marcha.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=28792&Itemid=2 recién nombrado hace unas semanas cuando se cambió al anterior encargado de la seguridad de Mouriño, que es el único que aparece en el directorio de la SEGOB, como coordinador de logística. Además de la sobrecargo.
Que a esa tripulación y a los controladores aéreos se les haya ido el ligero detalle que había tráfico –como lo hay a todas horas en el cielo defeño y de cualquier ciudad- suena a que muchos se equivocaron al mismo tiempo en un vuelo normal, tranquilo y sin complicaciones previas.
Insistimos que efectivamente no se descarta que haya sido accidente porque todo se dirige a otra cosa.
Un error humano (de varios humanos) al mismo tiempo o una falla de repente inusitada, pero lo que suena es a una acción tipo kamikaze, lo que ayuda a la incertidumbre.
La frase el lugar equivocado en la hora equivocada es más que certera.

Así lo reporta grupo REFORMA: El desacato del piloto y la falta de asertividad de la Torre de Aproximación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se perfilan como las principales causas del accidente aéreo en el que la tarde del martes murió Juan Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación, según expertos consultados por Grupo REFORMA. Antes de iniciar el procedimiento de aproximación a la pista 05 derecha del AICM, el piloto del Learjet 45, matrícula XC-VMC, en el que viajaba Mouriño junto con el ex Subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y otros siete ocupantes, no redujo la velocidad de su aeronave a 180 nudos, como se lo instruyó el controlador aéreo. Esto se desprende de los datos indicados en el radar y las comunicaciones entre el piloto y el controlador difundidas ayer por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Pese a que el piloto confirmó la instrucción de reducir su velocidad, nunca la cumplió.La tripulación fue instruida a reducir la velocidad a 180 nudos antes de cruzar la radio-facilidad conocida como Mateo, pero el avión de Mouriño se mantuvo arriba de los 250 nudos, muy alta para el corredor aéreo. La alta velocidad que registró el Learjet, piloteado por Álvaro Sánchez Jiménez, ocasionó que se acercara peligrosamente a un Boeing 767 300 de Mexicana, procedente de Buenos Aires, que iba por delante de la aeronave oficial y se alistaba también a aterrizar en la pista 05 derecha antes que el avión de Mouriño. Sin embargo, el controlador aéreo, encargado de monitorear desde la torre el flujo de las aeronaves, nunca le advirtió al piloto de su desacato a las órdenes de reducir velocidad y de su peligrosa proximidad al Boeing que iba por delante a una velocidad de 183 nudos, éste sí dentro de lo que establece la carta de aproximación. Prácticas internacionales establecen que si un piloto no acata las órdenes de la torre, el controlador lo saca de la secuencia de aterrizaje para reiniciar la aproximación. El Learjet y el Boeing llegaron a estar a sólo 3.9 millas náuticas de distancia, esto es, 1 minuto 24 segundos.La combinación de estos errores habría provocado el accidente fatal: el Learjet 45 se encontró de pronto atrapado en lo que se conoce como wake turbulence, una masa de aire inestable que pudo haber generado el Boeing cuando sacó sus flaps, bajó el tren de aterrizaje y aplicó potencia para descender en la misma pista 05. Entrar a una masa de turbulencia provocada por un avión de gran envergadura es uno de los mayores peligros para aviones ligeros, como el Learjet. Y si esta entrada ocurre a baja altura –como el caso del avión de Mouriño, que en ese momento volaba a 726 metros sobre el terreno– es probable que el piloto pierda el control.Esta situación habría ocasionado que el Learjet de la Segob se descontrolara y terminara estrellándose en la zona de Lomas de Chapultepec, cerca del Periférico, ocasionando en tierra por lo menos cinco muertos y más de 40 heridos, además de calcinar más de 50 automóviles. Según el blog fsmex.com, sitio especializado en aviación, no era la primera vez que el piloto de esta aeronave se aproximaba peligrosamente a un avión pesado durante la fase de aproximación para el aterrizaje.De acuerdo a un usuario que en el blog se identifica como Ramón Ortega y que dice ser piloto de un Boeing 767, el jet que transportaba habitualmente al Secretario de Gobernación ya se le había acercado al avión que tripulaba hace unos meses sin respetar la distancia establecida y escuchó que el controlador tuvo que indicarle que no se acercara por la posible turbulencia."No era la primera vez en que este piloto se acercaba peligrosamente a un Boeing 767 en la aproximación", escribió Ortega en el foro de comentarios. "Yo soy capitán de un Boeing 767 y hace algunos meses, en la aproximación a México, este piloto se nos acercó demasiado y se le indicó que recordara que nuestro avión era un 767 para que no se acercara por la turbulencia de nuestra aeronave", relató.
Suena extraño que hubo tanto error humano al mismo tiempo en algo rutinario y simple para una tripulación. Pero no se descarta que haya sido un accidente. Un accidente raro, de los que pasan muy de vez en cuando. Y da la casualidad que esa combinación de factores extraños pasó en un avión en el iban a bordo el Secretario de Gobernación y un especialista en combate al crimen organizado.

Lo que haya sido, está difícil de creer. O muchas casualidades o muchos errores o ….

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