Derechos y Chuecos

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Este boletín fechado el 17 de diciembre por la Comisión de Derechos Humanos en Jalisco da pie para muchos comentarios:
"Tras recibir seis quejas por posibles actos de molestia y hostigamiento a limpiaparabrisas y ambulantes, atribuibles, probablemente, a elementos de la Dirección de Seguridad Pública de Guadalajara, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) dictó medidas cautelares al titular de dicha corporación, Macedonio Tamez Guajardo, para que ordene a los policías a su mando que eviten este tipo de actos y los aperciba de que en caso de ser omisos serán sujetos a las sanciones administrativas que correspondan".
Como su nombre lo dice, los Derechos Humanos, nos valen a todos y no debe existir distinción. Ningún ser humano puede ser objeto de abusos y en el territorio que usted y yo compartimos, debemos entender que es mejor tener dónde quejarnos que callarnos.
Por ese lado estamos bien.
Pero en esto de ser humanos hay también que ver por dónde deben girar los Derechos.
El sistema de justicia no es parejo, como bien lo dijo este miércoles Javier Hurtado en Epicentro Informativo http://epicentroinformativo.com/8cc899b8-9988-49a4-8e5f-7ab60867ca0d.aspx
Habemos ciudadanos de primer, segunda, tercera y reversa.
En este caso viene el asunto de los derechos del automovilista.
Nos pueden limpiar el parabrisas a pesar de decir que no, nos pueden robar el auto, nos pueden cobrar impuestos impunemente, nos pueden asaltar, quitar el coche y matar, nos puede golpear un auto y escapar.
Claro que la respuesta de la autoridad es que no nos quejamos.
Algo hay de cierto cuando María Elena Morena, de México Unido contra la Delincuencia, advierte que el 84 por ciento de los delitos no se denuncian http://www.lajornadajalisco.com.mx/2008/12/16/index.php?section=politica&article=003n1pol
En este Epicentro de los Derechos Humanos, entonces, habría que ver por qué la gente no lo hace. Por qué no denuncia.
Tal vez por pérdida de tiempo, tal vez por desconfianza a la autoridad, tal vez porque ya sabemos que no va a pasar nada. Tal vez por todo junto.
No podemos confiar en un sistema de justicia donde el principal juez de Jalisco ha sido reelecto a pesar que falsificó firmas. Como lo documentamos cuando estábamos en la tele, hacer trampa en un proceso jurídico es ilegal y si lo hace el mero mero de la justicia, como que es una trampa mayor http://www.informador.com.mx/jalisco/2008/63129/6/reeligen-a-celso-rodriguez-en-el-supremo-tribunal-de-justicia.htm
Álvarez Cibrián lo pone en su boletín: "Consideró necesario promover políticas de desarrollo económico no excluyentes, pues quienes se dedican a limpiar parabrisas son el resultado de años de inadecuada distribución de la riqueza, traducida en desempleo".
Y sí, es precisamente eso, el asunto.
Las políticas públicas no existen en un país donde se premia la mediocridad.
Cerramos el año sin empleo, sin crecimiento, con inflación, con gasolinazo, con tortillazo, con inflación. Somos una economía decadente como lo confirma la CEPAL http://www.eluniversal.com.mx/notas/563622.html
Si en este país se contara a los marginales, piratas, fayuqueros, informales, subempleados, entonces uno puede entender que coexistimos a base de cochupos.
Todos extorsionando a todos es el mensaje.
Si a esas vamos, tendríamos que permitir que nos limpien los parabrisas siempre y cuando los policías no hostiguen a los que lo hacen; pero los policías reciben menos que ese humano que limpia parabrisas, que bajita la mano se lleva un buen dinerito.
No es cuestión de quitar unos y castigar a otros, es enfrentar de lleno un sistema que no da ya para más.
En eso de los Derechos, estamos chuecos.