Feliz Navidad

Epicentro Informativo de Leonardo Schwebel

Investigaciones de Christopher Knight y Robert Lomas, publicadas en el libro Soñadores del Diluvio, han confirmado al menos dos acontecimientos que cambiaron el rumbo de la historia humana.
Uno de ellos, en el año 7640 antes de Cristo y otro en 3150 a.C.
Se trata de dos cometas que chocaron en la Tierra y que provocaron lo que conocemos como el Diluvio Universal, que registran varias culturas, civilizaciones y religiones.
El primero, el de hace 9 mil 648 años, se fragmentó en siete y cayó en el Pacífico mexicano y chileno, arriba de la isla de Inglaterra, en Indonesia, cerca de India, en el Atlántico medio y debajo de Australia.
El otro, el de hace 5 mil 158 años, cayó en el Mediterráneo.
Los consecuencias de esos eventos son conocidos y han quedado diversas evidencias arqueológicas.
En lo que hoy conocemos como Escocia, Gales e Inglaterra, florecieron diversas culturas, una de ellas que dejó sus rastros en Skara Brae, desapareció sin dejar rastro hace 4 mil 663 años.
Lo que más conocemos de aquellos años es lo que hemos identificado como las piedras de Stonehenge.
La investigación de Knight y Lomas ha tratado de demostrar que esas añejas culturas del norte de Europa, tuvieron contacto directo con las culturas de Medio Oriente y los registros de ello pueden encontrarse en La Biblia.
En más de 4 mil 500 millones de años, nuestro planeta Tierra ha sobrevivido a cataclismos y extinciones masivas.
Por alguna razón que aún no entendemos, el propio ser humano también es una prueba de ello.
Entre diluvios, glaciaciones, meteoritos, cometas, terremotos, tsunamis, erupciones, hemos pasado por todo y hemos salido adelante.
Knight y Lomas hacen un recuento de esa prehistoria y datan que hace 300 mil años, la población humana quedó reducida a muy pocos habitantes, hasta tal punto –aseguran- que una única mujer de esa época se convirtió en el antepasado común de todos los seres humanos.
Hemos, entonces, nacido y renacido. Hemos quedado atrapados en hielo, lava, agua, tierra, fuego…y a pesar de ello, estamos aquí.
La Navidad es la natividad, el nacimiento de Jesús. Que haya sido un día como éste o en alguna otra época, no es precisamente lo más importante.
De aquella mujer común que señalan los investigadores o de aquel Jesús que siguen muchas culturas, el aspecto esencial es el mensaje de renacimiento.
Somos consecuencia del ayer y somos semilla del futuro, por eso hay que buscar en el presente un mensaje que nos haga renacer cada día.
Feliz Noche Buena y Feliz Navidad en el Epicentro de su corazón.